l adictivo oficio de director técnico está llevando al límite la angustia. El estratega tiene a la vez un pie resbalando hacia el abismo, la soga al cuello y las maletas hechas, especialmente en las ligas con un par de minitorneos. El colmo es la exigente liga mexicana, con dos certámenes y dos liguillas, donde da la impresión de que los entrenadores están al borde de la paranoia.

Botones de muestra sobran: David Patiño demudado, triste, en la rueda de prensa tras dejarse empatar por un disminuido América. Miguel Piojo Herrera a media semana eludiendo micrófonos para no decir pendejadas, tras la regañiza que le puso su directiva después de que criticó duramente al árbitro Isaac Rojas. Francisco Palencia ya no sabe ni qué decir...

La labor también tiene su faceta carroñera. Alguien sufre al límite en el área técnica, gesticula y se desgañita; en realidad es afortunado: tiene trabajo. A otros les toca refugiarse en la pantalla chica o zopilotear, aparecer en las gradas para olfatear al cadáver insepulto. Si Juvenal Olmos se apersonó en Veracruz cuando Guillermo Vázquez estaba ahí, es normal. Si Jaime Lozano está listo y con proyecto entregado a la directiva de Pumas, es normal.

Hasta hace poco se podría pensar que los estrategas recibían sueldos estratosféricos, pero la suspensión del descenso los llevó al baile. Santos Laguna dio el timón a Robert Dante Siboldi, y eso de conceder la oportunidad implica un sueldo regular; luego, con pretexto válido o injusto, el técnico campeón se fue y llegó la oportunidad para Chava Reyes. Chivas, desde luego, al pasar de Matías Almeyda a José Cardozo hace un sustancial ahorro.

A pesar de ser un deporte de reflectores y mucho dinero, actualmente hay pocos técnicos que rebasan los 700 mil pesos al mes. El que es harina de otro costal es Ricardo Tuca Ferretti, inclusive a escala mundial, con una racha ininterrumpida de casi 27 años trabajando. El resto debe ahorrar un año cuando tiene equipo, para sobrevivir otro en el desempleo.

En tiempos difíciles toca a veces morder el orgullo; no obstante, hay límites. Fidel Kuri lo rebasó con Memo Vázquez. Los dueños quieren influir en el terreno de juego, ¡peor aún si tienen hijos con aspiraciones a tomar la rienda!, piden o exigen que se plasmen sus ideas en la cancha y, si no resulta, el único culpable es el técnico, refiere José Luis Chelís Sánchez Solá.

Pocos permiten observar sus entrenamientos, puesto que todos son un rival en potencia. Ya no hay mentores, aquello de Lavolpismo y Lapuentismo quedó en mito. Para los románticos perviven algunas historias grandiosas, como la del serbio Miljan Miljanic, quien revolucionó el futbol en su paso por el Real Madrid.

El Chelís admite que los extranjeros tienen mejor actitud gremial. Pedro Caixinha y Diego Alonso, portugués y uruguayo, respectivamente, “cada uno por su lado, alguna vez me invitaron a ver sus prácticas. Caixinha me cuestionó: ‘¿por qué los técnicos mexicanos nunca se reúnen?’”… buena pregunta. Hoy por hoy una asociación de estrategas en la Liga Mx parece muy improbable.

Cardozo vivió una semana perfecta con Chivas. Pumas tenía todo para saldar cuentas con el América y dejó escapar la ocasión. Atlas no da signos de vida. La Máquina marcha con brío, el VAR da sus primeros pasos y la Asociación de Futbolistas sigue perdiendo a sus líderes, ahora Chaco Giménez y Moi Muñoz. Ferretti está listo para otro interinato en el Tri, los que no parecen muy prestos hacia el par de duelos de septiembre son los jugadores europeos.

marlenexantosx@gmail.com