Chilpancingo, Gro.

Los médicos, enfermeras y trabajadores administrativos del centro de salud La Alameda exigieron justicia para su compañera Adriana Betancourt Salgado, quien murió en un tiroteo el miércoles por la noche en el primer cuadro de esta ciudad.

Los trabajadores expresaron que Betancourt Salgado, quien llevaba 10 años laborando en ese centro de salud ubicado en La Alameda Granados Maldonado, dejó en la orfandad a tres hijos menores, quienes a su vez la despidieron entre llantos y aplausos.

Una de sus compañeras, Lilian Caballero, recordó que en 2009 Betancourt llegó a ese centro de salud. Formamos un equipo estupendo, como siempre nos apoyamos todos, hicimos trabajo de equipo, y me retiré en 2017 para jubilarme.

No queremos hablar de la violencia que hay, sino de las cosas agradables. Como enfermera fue muy grande. (Adriana) era una mujer, viuda, sola, que sostenía a sus tres hijos, por eso les agradecemos sus muestras de cariño, dijo.

En el acto, Beatriz Vélez Núñez, lideresa de la delegación 36 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, lamentó este crimen y la violencia que afecta a la entidad, pues la compañera fue víctima de una bala pérdida.

Afirmó que se comunicó con personal de la Fiscalía del Estado, al cual se le exigió esclarecer el homicidio y recordó que los trabajadores del sector desde hace cuatro años ya habían solicitado instalar videocámaras en hospitales y centros de salud ante la incidencia de hechos delictivos.

Lamentablemente a principios de agosto asesinaron a un médico en su casa en la Tierra Caliente. Priva la inseguridad en municipios de la Tierra Caliente y en el de La Unión, en la Costa Grande. El personal se va debido a la violencia.

Vélez Nuñez desatacó que otro municipio donde se han comenzado a incrementar la delincuencia es Zitlala, situado en la Montaña Baja, pues los trabajadores del sector salud se asustan al ver que por cuestiones de que no hay servicio de transporte, pueden quedar en medio de asaltos o en fuego cruzado.