Agosto será decisivo para que México, Estados Unidos y Canadá alcancen un acuerdo sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aseveró el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, a dos semanas de que se cumpla un año desde que inició el proceso y cuando sólo se han cerrado nueve de los 30 capítulos en discusión.

Si no se aterriza un acuerdo en principio, el presidente Enrique Peña Nieto no lo firmará, dijo el funcionario en entrevista radiofónica. El nuevo plazo que planteó –el último de varios que autoridades y empresarios han lanzado a lo largo de 12 meses– está sujeto a los 90 días que tiene el gobierno de Estados Unidos para notificar del acuerdo a su Congreso actual antes de firmarlo y también porque antecede a las elecciones legislativas prrogramadas en ese país para noviembre próximo.

El reto para alcanzar un acuerdo, sostuvo Guajardo, no es técnico, es de voluntad política para cerrar las diferencias y reiteró que tampoco existe garantía de que se logre alcanzarlo porque todos los escenarios siguen siendo posibles, aun cuando hay mucho optimismo del gobierno estadunidense.

No echen campanas al vuelo

Coincidente, el dirigente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón, declaró a Notimex que los equipos negociadores sólo tienen este mes para alcanzar acuerdos conclusivos antes de la renovación del Congreso estadunidense y advirtió que no se deben echar las campanas al vuelo, porque faltan por resolver los temas más polémicos.

El mes de agosto es la única oportunidad; si existe voluntad política de acercamiento, seguramente estaremos con buenas noticias muy pronto, dijo el empresario.

En la reactivación de la renegociación del TLCAN que se llevó a cabo la semana pasada en Wa-shington, después de varias semanas de estar suspendidas por la elección presidencial en México, el secretario Guajardo informó que se abordaron 20 de los 30 capítulos en discusión, pero sin incluir los más álgidos, referidos a las reglas de origen del sector automotriz, la solución de controversias y la terminación del acuerdo cada cinco años (la cláusula sunset), todos planteados por el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Hacerlo, dijo, habría implicado un enfrentamiento directo. Así que los temas más arduos y más complejos se quedan al final y su futuro determina si tienes o no conejo para el guisado, puntualizó.

Hasta ahora, de los 30 capítulos en discusión se ha logrado cerrar nueve; de ellos, seis son sectoriales. Hay otros 10 a los que les falta un 5 por ciento para cerrar, mientras en los restantes no quiere decir que estén completamente abiertos, sino que hay puntos álgidos, detalló el funcionario, quien este 1º de agosto viajará de nuevo a Washington.

Añadió: Ya evitamos enfrentar el debate sobre intervención salarial, pues en lugar de que una nación intervenga en la otra para definir cuánto se debe pagar a los trabajadores, ahora se plantea que entre 35 y 40 por ciento de los componentes de un auto fabricado en la región del TLCAN se produzca en una zona de altos salarios.

La renegociación del tratado inició desde el 16 de agosto de 2017 en Washington y entonces se preveía concluirla en un máximo de cinco meses, es decir, antes de concluir el año. El plazo se ha extendido paulatinamente por la falta de avances en los capítulos referidos y así, se planteó terminarla a principios de 2018, luego en mayo y después antes de la elección de julio en México.

Si no se logra un buen acuerdo para México, el presidente Peña Nieto no lo va a firmar, pero además el TLCAN tendrá que ser ratificado por el nuevo Senado de la República, lo que le dará doble seguridad, dijo Guajardo.

El único lujo que yo no puedo darme es desaprovechar hasta la última oportunidad para sacar el acuerdo para México y que le dé certidumbre a la economía mexicana. Que se logre no se garantiza, pero el intento hay que hacerlo completo, expresó.