Miércoles 4 de julio de 2018, p. 14
René Juárez Cisneros, presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), continuará en el cargo salvo que tome alguna decisión personal en sentido contrario, señalaron integrantes del tricolor. Asimismo, ayer trabajaban a marchas forzadas en la defensa jurídica del voto en los escasos distritos electorales –y en Yucatán– donde pudieran tener alguna posibilidad de revertir la derrota.
Este objetivo, de recabar pruebas y fijar la estrategia ante tribunales se fijó el lunes, un día después de la debacle electoral.
En esa primera reunión, a puerta cerrada, participaron integrantes del Comité Ejecutivo Nacional, líderes de los sectores y organizaciones, así como coordinadores de los grupos parlamentarios. Los dirigentes se pronunciaron en favor de la unidad y cohesión
y fueron especialmente enfáticos en difundir el mensaje de que en el partido no hay urgencia de convocar a sesión de consejo político nacional ni de cambiar presidente.
Priístas consultados (presentes en el encuentro que oficialmente, se dijo, ocurrió ayer) dijeron que los estatutos marcan la imposibilidad de llamar a elecciones internas en tanto no concluya el proceso comicial. Según este análisis, esto ocurre después de que el tribunal califique la elección.
Sin embargo, grupos duros del PRI insisten en que debe haber un pronunciamiento de Juárez Cisneros sobre los resultados del domingo y piden que se señalen culpables del hundimiento histórico.
Al consultarle, la senadora Diva Gastélum señaló que es momento de revisar dónde estuvieron los grandes errores
y qué motivó la votación masiva en favor de Andrés Manuel López Obrador. A partir de ello podemos hacer reacomodos, más allá de repartir culpas
, señaló. Al igual que otros priístas, confió en que se van a levantar y rechazó que su partido esté en vías de extinción.
Pese a las reuniones para tratar de recuperar algo de lo perdido, en el tricolor hay decepción de militantes, pero, sobre todo, silencio. El único estruendo que se escuchó ayer en la sede nacional del PRI fue una protesta contra el gobernador panista de Veracruz.
Uno de los pocos priístas de base que anduvo ayer en el edificio de Insurgentes Norte fue Mario García, militante desde hace 42 años. Entregó en la oficina de Juárez Cinseros una carta de denuncia contra Araceli García Rico, candidata a diputada federal en la Ciudad de México, quien invitó a Mario y varios vecinos a colaborar con su campaña a cambio de 5 mil pesos mensuales, afirmó. Se les asignaron tareas, pero nunca fueron recompensados.
Para apoyar a la campaña pedí 2 mil pesos al banco, pero es hora que Araceli García Rico no nos da la cara. Dicen que apenas supo que perdió, se fue de vacaciones. Necesitamos que vuelvan los tiempos en que el PRI atendía y escuchaba a la gente. No se vale este desprecio. Por eso perdimos
, dijo el adulto mayor con pensión mínima.
Pero aún así, estoy dispuesto a luchar para levantar al partido
, comentó apenas bajó la escalinata de las oficinas centrales, donde en cada escalón hay frases motivacionales. En los primeros dos se lee: Mantén la calma. Vuelve a intentarlo
.