La reunión EPN-AMLO: no hubo arreglo en lo oscurito
// Qué tanto cuida el pueblo al nuevo presidente // Córdova, héroe involuntario
Concordia en Palacio // AMLO ocupa vacíos // Elogio a Peña Nieto // Reconocimiento a Videgaray
El día después del mundial: Trump y Putin en Helsinki; no en Viena
¿Un funeral para Pemex? // Deuda crece 65 por ciento
El arte del artista
l ambiente general de civilidad y paz que se vivió en las elecciones del domingo anterior en la mayor parte del territorio nacional, y la fluidez con la que las autoridades en funciones y las fórmulas perdedoras aceptaron los resultados tiene en Puebla una preocupante excepción.
Transformar al país requiere labor conjunta
l respeto a todas las personas que manifestamos nuestra decisión en las urnas para un cambio real, es sólo el principio de una larga carrera para transformar este gran país, para hacer uno donde se dignifique a todas y todos, se respete la diversidad, se garanticen los derechos humanos, se visibilice a niñas y niños, entre muchas otras tareas.
staba cantado que después del bandazo conservador del presidente Lenín Moreno en Ecuador, junto con el fracaso de la ofensiva desestabilizadora en Venezuela, la agenda imperialista para América Latina iba a concentrarse en la pareja de gobernantes que, en otras épocas, fueron revolucionarios.
l vendaval ciudadano todo lo levantó. Los vientos recios de la jornada electoral dejaron en harapos a los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD). Si bien es cierto que las encuestas de intención de voto marcaron desde un inicio claramente que Andrés Manuel López Obrador se alzaría con el triunfo, no deja de ser impactante la debacle de los partidos que dominaban el escenario político del país.
n la era neoliberal la derecha no dispone de políticas que puedan captar la simpatía y el apoyo de grandes sectores del pueblo. Pudo ganar varias elecciones y gobernar, mientras logró convencer, apoyada en el monopolio de los medios de información privados, que los problemas de los países y de toda su población se resolverían con cortes en los recursos del Estado.
sí fue signado y juramentado desde el mero inicio del ahora triunfante movimiento: Por el bien de todos primero los pobres
. No fue un simple eslogan de campaña, sino el prometedor núcleo de un modelo distinto del hegemónico y vigente. Y a ese motivo justiciero habrá que responder ahora desde el gobierno en formación. Sin la correspondencia entre tal propósito y la nueva realidad, la esperanza, inscrita en el mero corazón de Morena, se convertiría en masiva frustración. Esta conexión, que se exige íntima, entre el mandato popular y justiciero, obtenido en las urnas, con el futuro equipo gobernante, será la piedra de toque, la medida precisa, el juicio básico de cómo se verá y enjuiciará al elegido presidente: Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
n 1981 la señora Margaret Thatcher explicó en una entrevista al periódico londinense Sunday Times: La economía es el método, el objetivo es cambiar el corazón y el alma de las personas
. Para la entonces primera ministra el nuevo orden moral del neoliberalismo estaría cimentado en el individualismo y el interés personal como motor de la vida social. El alma de los miembros de la sociedad debía estar basada en las reglas y principios de ese egoísmo que define a los agentes de la teoría económica convencional.