Pedro es un chico de séptimo grado de primaria que descubre que en la vida nada importa, por ello decide abandonar la escuela y subir a un ciruelo (árbol considerado un emblema de la necedad), para desde ahí pronunciarse respecto de que no merece la pena esforzarse por ser alguien o hacer algo en la vida.

Sus compañeros de clase piensan que se equivoca e intentarán demostrarle que existen muchas cosas en la vida que sí importan.

Nada es el título de la puesta en escena basada en la novela homónima de la escritora danesa Janne Teller, que con dirección de Mariana Giménez, se presenta en temporada en el teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque.

La novela original es un texto que fue rechazado por editoriales, profesores y padres de familia, pero que luego fue lectura de estudio recomendada en colegios de Escandinavia, explicó la creadora escénica.

El montaje cuenta la historia de unos niños que están muy cerca de la adolescencia.

Lo que se inicia con el desprendimiento doloroso pero voluntario de pequeños objetos, como unas sandalias, una bicicleta amarilla o un balón de futbol, lo que en el transcurso de la trama se convertirá en una espiral de venganza, miedo, dolor, odio, vergüenza y violencia, que implica tumbas e iglesias profanadas, animales decapitados, partes mutiladas del cuerpo de un chico y la forzada perdida de la virginidad de una niña.

Por si fuera poco, entre el desconcierto, orgullo y soberbia del grupo de niños, la colección macabra de objetos reunidos es considerada una obra de arte por museos y shows televisivos.

Para Mariana Giménez, la obra reflexiona, entre otras cuestiones, sobre si el fin justifica los medios y cómo el medio se transforma en el fin. Eso le pasa a los chicos, que por defender una idea olvidan el fin que persiguen y van más allá de ellos mismos, pierden toda perspectiva y nadie entiende al otro: se genera una espiral de venganza y violencia. Ese no entender al otro, es al final el germen de la intolerancia, la injusticia y las guerras.

Dirigida al público adolescente y adulto, la adaptación de Bárbara Perrín, con actuaciones de Lila Avilés, Andrea Riera, Lucía Uribe, Leonardo Zamudio, Pablo Marín y Raúl Briones, escenografía e iluminación de Patricia Gutiérrez Arriaga, vestuario de Carlos Brown y diseño sonoro de José Miguel Delgado, se presenta jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas en el teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque (Paseo de la Reforma y Campo Marte). Concluye temporada el 29 de julio.