Soy un demócrata que respeta la ley, las instituciones y la voluntad popular, señala el aspirante priísta
Lunes 2 de julio de 2018, p. 40
El candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Mikel Arriola Peñalosa, admitió anoche su derrota y reconoció el triunfo de su oponente política de la coalición Juntos Haremos Historia, Claudia Sheinbaum.
Minutos después de que el Instituto Electoral de la ciudad de México (IECM) dio a conocer los resultados del conteo rápido, en el que obtuvo 12.5 por ciento del voto de los capitalinos, el abanderado del tricolor reconoció que a pesar de realizar la campaña más exitosa del PRI en la Ciudad de México la tendencia en la preferencia del electorado no le favoreció.
Soy un mexicano y un demócrata que respeta las instituciones, la ley y, sobre todo, la voluntad de los capitalinos. Acataremos y respetaremos los resultados finales que el Instituto Electoral de la Ciudad de México
, sostuvo en su casa de campaña, donde estuvo acompañado por el dirigente del PRI, Francisco Olvera.
No obstante, advirtió que desde el Congreso local, con los representantes del PRI, el movimiento que inició con su campaña exigirá que los recursos de la ciudad y las alcaldías se ejerzan eficazmente y no con fines electorales.
Que lo sepa Claudia Sheinbaum: el movimiento que encabezamos será los ojos que permanentemente le exigirán cuentas claras y que no permitirá que las mafias de Morena se apropien de nuestra ciudad
, apuntó, con el rostro desencajado.
Consideró que tras el proceso electoral se cuenta con un PRI más fuerte y su movimiento, pese al resultado adverso, no se detendrá y exigirá a las autoridades que actúen de manera transparente para mejorar la vida de los capitalinos que decidieron tomar otro camino.
De mantenerse los resultados del conteo rápido en las cifras oficiales del IECM, la votación del PRI para la jefatura del Gobierno capitalino sería similar a la obtenida en 2006, pero en alianza con el Partido Verde Ecologista de México, y una caída de siete puntos respecto de la de 2012, cuando cerró en 19.73 por ciento.
Como preludio de la derrota que se avecinaba tras concluir la jornada electoral, la sede del PRI capitalino se vió semivacía y desolada durante el día, contrario al ánimo siempre triunfal que caracterizó al Mikel Arriola.
Ante los medios de comunicación se trató de mostrar optimismo, pero la realidad se palpaba en los pasillos de la vieja casona ubicada en Puente de Alvarado 75, en la colonia Buenavista, donde sin mayor sorpresa se vislumbraban los resultados para el gobierno en la capital del país y se temía perder ante la oleada morenista el control de dos de las tres delegaciones políticas, que actualmente gobiernan.
Quizá por ello o por la falta de presupuesto, como justificó el área de comunicación social, a diferencia de sus contrincantes, en el tricolor no hubo renta de salones en céntricos y exclusivos hoteles o centros de exposiciones de la Ciudad de México para dar conferencias o instalar salas de prensa, sino sólo el modesto salón Luis Donaldo Colosio, donde se habilitaron dos pantallas, seis computadoras que nadie ocupó y el coffee break de la casa.
Con la fotografía de Arriola en los muros como fondo, en la parte baja del inmueble, inclusive, el personal dispuesto con teléfonos y computadoras para recibir las quejas durante la jornada electoral se entretenía con sus celulares ante la falta de reportes de anomalías.
Así lo confirmaría, después en conferencia de prensa, el dirigente del PRI capitalino, quien pasado el mediodía reportaba que no contaban mayores incidentes en la contienda, más que el retraso en la apertura de casillas y el robo de boletas en la delegación Iztapalapa.
Expresó que el partido se mantenía unido, y tras asegurar que con Mikel Arriola se había realizada la mejor campaña en la historia del PRI en la Ciudad de México, auguraba el triunfo en Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Milpa Alta y en una delegación más.
En la casa de campaña del aspirante priísta, en el quinto piso de Tonalá 30, tampoco hubo mayor actividad. Por la mañana, Arriola Peñalosa emitió su voto en una de las casillas ubicadas en la colonia Lomas de Bezares, en la delegación Miguel Hidalgo, con lo que terminó el encargo que le encomendó su mentor y amigo, José Antonio Meade.
Más tarde, se dio tiempo para desayunar con su familia y después se reunió en privado con su equipo de trabajo más cercano en unas oficinas alternas, donde siguió los detalles de la contienda electoral, hasta llegar a medianoche a su casa de campaña, donde sus colaboradores lo despidieron con aplausos y una porra.