Aprehensiones y elecciones
Jalisco: la esposa del Mencho
Veracruz: orden contra Karime
Michoacán: El Abuelo Farías
ara los políticos en el poder no hay en estos momentos nada más importante que los cálculos y la operación electorales. Ya casi a un mes de los comicios que pueden significar un giro peligroso para la estabilidad complicitaria sostenida durante décadas, urgidos muchos gobernantes y funcionarios públicos de golpes y movimientos que encubran o permitan ciertos virajes, aparece en escena el factor de las órdenes de aprehensión que parecieran necesitadas de escaparate electoral para producirse.
De súbito fueron tres movimientos político-judiciales: la noche del sábado fue detenida, con suavidad insólita, la esposa del jefe máximo del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el más próspero en lo que va de las presentes administraciones estatal y federal. Rosalinda González Valencia, casada con Nemesio Oseguera, El Mencho, vivió una suerte de detención banquetera (como las entrevistas que de pronto dan políticos y funcionarios), por elementos de la Secretaría de Marina que le leyeron la instrucción de un juez para hacerse de ella, ante lo cual alcanzó a encargar su bolso de mano a un propio y girar la apropiada instrucción del caso, consistente en hablar al licenciado
.
La caballerosa aprehensión de la señora González Valencia cerró una semana que había iniciado con una peculiar demostración de ineficacia del cártel jalisciense, usualmente tan implacable en sus operaciones. Según diversas notas periodísticas, derivadas de la información oficial difundida el lunes pasado, dos comandos de criminales habían llegado hasta un restaurante de lujo de la muy concurrida avenida Chapultepec, de Guadalajara, con la delicada encomienda de ejecutar a Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, quien había ocupado cargos en gobiernos panistas, sobre todo con Emilio González Márquez, como poderoso secretario de Seguridad Pública.
Voces generalizadas atribuyeron a Nájera los arreglos que mantuvieron una paz narca durante el sexenio blanquiazul de González Márquez. Pero llegó de nuevo el PRI al poder, con Aristóteles Sandoval, y a Nájera le mantuvieron las atribuciones de seguridad pública (fue el único funcionario panista sobreviviente) y le añadieron las de la procuración de justicia, para constituir una apabullante Fiscalía General del Estado, a la que tuvo que renunciar tres años atrás, luego de lo cual volvió al escenario público en febrero de este año, cuando extrañamente el gobernador Sandoval lo nombró secretario del Trabajo, sin tener experiencia alguna en el ramo.
A pesar de que los atacantes habrían sido entre 15 y 20, de los cuales fueron detenidos seis, Nájera sólo resultó con una lesión leve en una mano, como resultado del rebote de una esquirla en el suelo. Dijo que él había detectado a dos personas que le parecieron ser del crimen organizado, así que estableció su estrategia de protección a la salida del restaurante. Ordenó el movimiento táctico de su camioneta blindada, salió entre una lluvia de balas, abordó el vehículo y más adelante bajó de él. Posteriormente tomó un taxi y llegó a la Casa de Gobierno. Al sábado siguiente la esposa del Mencho estaba siendo detenida en una avenida de una elegante colonia de Zapopan, trasladada a las afueras de un estadio de futbol y enviada en helicóptero a Ciudad de México, sin narcobloqueos ni una inmediata respuesta violenta de las fuerzas del Mencho.
Horas después, por la mañana del domingo, el fiscal estatal de Veracruz, Jorge Winkler (instalado en el puesto por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares), anunció que un juez había ordenado la aprehensión de Karime Macías, esposa del ex gobernador priísta Javier Duarte de Ochoa. Dado que la autora de la famosa frase merezco abundancia
está fuera del país, supuestamente en Inglaterra, la fiscalía yunista ha pedido que la procuraduría federal de justicia haga las gestiones para la búsqueda y detención de Karime en la nación en que se encuentre.
Lo raro del asunto no debería ser que se librara la orden de aprehensión contra la señora Macías, sino que nunca antes se hubiera hecho. Como si se hubiera producido un pacto peñista de protección a la familia de Duarte de Ochoa, a la enriquecida cónyuge se le dejó ir tranquilamente fuera del país, con la posibilidad de administrar y disfrutar la riqueza acumulada durante el sexenio de crimen y saqueo que encabezó el priísta.
Ahora, en momentos en que papá Yunes necesita apuntalar la candidatura a la sucesión en la persona de su hijo Yunes (en peligro electoral ante el crecimiento de la campaña del morenista Cuitláhuac García), el gobierno estatal ha sacado la carta efectista del caso Karime Macías, acusada de defraudaciones al DIF estatal tan sólo por 212 millones de pesos, aunque la resolución jurídica y la eventual detención de la mencionada esposa se diera hasta después de los comicios o incluso fuera denegada tal solicitud.
Otras horas después, un helicóptero artillado fue parte del equipo militar utilizado para aprehender a Juan José Farías Álvarez, El Abuelo. Según las primeras versiones, desde dicho aparato de la Marina se habría disparado contra la camioneta en que viajaba quien fue parte importante de las autodefensas en Tepalcatepec, Michoacán, y ahora es acusado de formar parte del crimen organizado. Aquí sí hubo incendio de vehículos e incluso la retención de varios soldados en un local municipal.
El tufo político-electoral es inevitable. Enturbiar el ambiente nacional, acrecentar el miedo y fortalecer la militarización ayudaría a inhibir el voto opositor y daría paso al sufragio comprado. En Veracruz, por ejemplo, el yunismo busca beneficiarse del golpe contra la esposa de Duarte. En Jalisco, el PRI tiene perdidas las elecciones frente al alfarismo. Y en Michoacán se pretende ligar el caso del Abuelo y las autodefensas con el ahora candidato a diputado local por Morena, el médico José Manuel Mireles, y con destino final en el caso de la ex comandante de policías comunitarios de Guerrero, Nestora Salgado, y la figura de Andrés Manuel López Obrador. ¡Hasta mañana!
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