El Gobierno de la Ciudad de México inauguró ayer el parque lineal Ecoducto Río de la Piedad, ubicado sobre el camellón que divide el viaducto Miguel Alemán, como parte de las obras de mejora del paisaje urbano y recuperación de espacios públicos.

El mandatario capitalino Miguel Ángel Mancera Espinosa señaló que esta obra beneficia a cerca de 300 mil habitantes de la zona y la permite a la administración tener un ahorro hasta de 300 mil pesos al año, dinero que se utilizaba para adquirir agua tratada.

Luego de hacer un recorrido por los mil 600 metros que abarca el parque, desde la calle Unión hasta la avenida Monterrey, Mancera Espinosa detalló que para mejorar la calidad de las aguas negras se instalaron ocho biodigestores y cuatro humedales artificiales, mediante los cuales se remueve la materia carbonosa, microorganismos patógenos, nutrientes, sólidos suspendidos y metales pesados, entre otras sustancias.

Durante la presentación en el salón Murales del Antiguo Palacio del Ayuntamiento de las acciones realizadas por su gobierno tras el sismo del 19 de septiembre, Mancera Espinosa señaló que el Ecoducto es una intervención muy importante que se hace en un espacio público, obra que se hizo con la asesoría de diversas universidades.

En los laterales se colocaron intervenciones, que se hicieron como si fueran las chinampas de Xochimilco, con lo que se genera oxígeno y se capta bióxido de carbono. Agregó que las plantas están colocadas en los costados, lo que permite captar emisiones y reducir va-rías toneladas de gases contaminantes.

La Agencia de Gestión Urbana (AGU) explicó que se instalaron 4 mil 800 metros cuadrados de vegetación y 50 mil ejemplares de plantas, lo que contribuye a la reducción de 50 toneladas de carbono emitidas a la atmósfera cada año y favorece la producción de oxígeno.

La vegetación reduce 10 decibeles el ruido en el interior del parque lineal, en comparación con el exterior, así como la acumulación de calor en la zona, lo que mantiene un clima húmedo.

Se construyó un andador peatonal en la parte central del camellón, de 2.60 metros de ancho con 110 bancas, 15 techumbres para el resguardo del sol, 186 luminarias que hacen seguro el paseo, 31 reflectores para iluminación artística de los árboles y 48 conexiones USB para la recarga de aparatos eléctricos.

Ambos lados del corredor cuentan con un barandal de 1.50 metros de altura, hay cuatro entradas ubicadas en los cruceros de Viaducto con las avenidas Insurgentes, Patricio Sanz, Medellín y Monterrey.