Domingo 3 de diciembre de 2017, p. 17
En México los pueblos indígenas siguen desorganizados, y ese es uno de los grandes problemas para garantizar no sólo que su voz se escuche en la creación y aplicación de políticas públicas
, como la educación intercultural o los programas de inclusión y equidad, también evitar que haya un uso electoral de los mismos, afirmó Sylvia Schmelkes del Valle, consejera y ex presidenta del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
A los colectivos indígenas “se les desorganizó después del movimiento zapatista, con el que crecieron mucho las organizaciones indígenas. Se visibilizaron a nivel nacional e internacional, pero después vinieron las elecciones presidenciales y (el subcomandante) Marcos dijo que no votaran y muchos querían irse con Andrés Manuel López Obrador. Ahí hubo una división, una escisión en todas las organizaciones indígenas que las desmoronó, y no se han podido levantar”.
En entrevista con La Jornada tras presentar a maestros indígenas de la Sierra de Zongolica, Veracruz, las Directrices para la mejora de la educación de niñas, niños y adolescentes indígenas, insistió en que la única forma de blindar electoralmente los programas públicos destinados a los pueblos indígenas es con la propia organización de los indígenas, que su voz se escuche, que tengan canales de expresión legales; pero no están organizados, ese es el grandísimo problema
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