Profepa inspecciona medio millón de ejemplares importados
Viernes 1º de diciembre de 2017, p. 38
En las semanas recientes, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha evaluado la importación de casi medio millón de árboles de navidad, aunque en las zonas forestales del país hay áreas que se dedican a la producción de estos ejemplares y cuen-tan con certificación internacional.
El riesgo de las importaciones es que los árboles traigan plagas y hasta ahora la dependencia ha evitado el ingreso de 13 mil 163 ejemplares por esa causa. Durante el año pasado se importaron alrededor de 760 mil ejemplares.
En las inmediaciones de la Ciu-dad de México hay sitios donde se pueden comprar árboles producidos por comunidades como la de Villa del Carbón, estado de México, donde la gente puede seleccionar su ejemplar. También está la reserva Forestal el Manantial, que cuenta con la certificación internacional Forest Stewardship Council (FSC), la cual avala que las comunidades hacen buen manejo de bosques, señaló la organización Reforestemos.
Indicó que al adquirir un arbolito de navidad mexicano se colabora con el aprovechamiento sustentable de los recursos fores-tales, ya que se plantan para satisfacer la demanda sin afectar los bosques naturales, proporcionan oxígeno, estabilizan y nutren el suelo, protegen las reservas de agua y dan hogar a especies silvestres de la región.
Otras ventajas es que generan empleos y recursos para las comunidades mexicanas que los producen y los mantienen vivos, además de que evitan la importa-ción de especies provenientes de Estados Unidos y Canadá.
Un árbol de navidad artificial tardará cientos de años en degradarse, ya que es de plástico, genera más basura, fue sometido a procesos químicos muy nocivos para pintarlo, ensamblarlo y embalarlo, y generalmente son producidos en países de Asia, lo que implica costos de transportación mayores y un incremento en la emisión de gases contaminantes.
Entre las principales especies nacionales que se producen se encuentran el pino vikingo o pino navideño, el pinabete, el pino prie-to, el pino piñonero, el oyamel y el cedro blanco. El vikingo tiene las ventajas de precio muy accesible, olor intenso y agradable y se encuentra fácil, porque es el que más se produce. El pinabete, por otra parte, es muy duradero, aunque el de mejor olor es el oyamel.