Científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) desarrollan un brazo robótico capaz de cosechar de forma automatizada tomates.

Los objetivos del proyecto son disminuir los costos de producción, apoyar las labores de los agricultores y evitar daños a la salud relacionados con el uso de plaguicidas en los invernaderos, lo cual ayudaría a incrementar la producción en masa y generar precios más competitivos en el mercado.

De acuerdo con América Berenice Morales Díaz, investigadora del Cinvestav unidad Saltillo, este robot tiene como principal característica el monitoreo del cultivo mediante el uso de cámaras y sensores para identificar enfermedades de las plantas, como hongos. También se podría encargar de revisar la calidad de los cultivos para saber si están en óptimas condiciones para que se realice el corte.

Hay varias tesis de maestría que se han desarrollado para lograr que el robot siga indicaciones y use la información que almacena. Desde el punto de vista científico, programar robots es algo complejo: seguir una línea, hacerlo en determinado tiempo, que se detenga en algunas plantas, las revise de cierta manera y enviar la información puede sonar sencillo, porque son tareas que hacemos las personas cotidianamente, pero para un robot no lo es.

De acuerdo con Morales Díaz hasta el momento las pruebas en laboratorio han sido exitosas, pero aún no ha sido probado en un invernadero, porque las condiciones de iluminación son diferentes.

La también integrante del Sistema Nacional de Investigadores considera que en cinco años podría iniciar la comercialización de estos robots cosechadores de tomates, y si bien los robots móviles ya son empleados en fábricas inteligentes en algunas partes del mundo, hasta ahora pocos se emplean en la agricultura.