La Filo apoyará reconstrucción de zonas devastadas por sismos
Domingo 5 de noviembre de 2017, p. 6
Oaxaca, Oax.
Con un homenaje a la escritora y periodista Elena Poniatowska, ayer se inauguró la Feria Internacional del Libro Oaxaca (Filo) 2017 cuyo tema principal es frontera y migración.
La ceremonia de apertura se realizó en el Foro Filo, ubicado en la Alameda de León y fue encabezada por el director general de la feria, Guillermo Quijas Corzo y Vania Reséndiz, presidenta del Fondo Ventura, quienes estuvieron acompañados de funcionarios estatales, la escritora Poniatowska y la fotógrafa Graciela Iturbide, quien será homenajeada hoy.
Quijas Corzo dio la bienvenida a los presentes y recordó que esta edición de la Filo estuvo apunto de ser suspendida debido a los sismos ocurridos en el mes de septiembre; sin embargo, señaló, precisamente por esta catástrofe natural era importante efectuar la feria, como parte de la campaña de recaudación que se efectúa para apoyar a la región del Istmo de Tehuantepec denominada Tejamos Oaxaca, misma que pretende restaurar los vínculos culturales de la zona afectada.
Las crisis pueden estimular la creatividad, la inventiva y, de igual forma, pueden demostrar que la sociedad civil siempre sale adelante y es la que reconstruye el presente. La memoria no es sólo una reconstrucción del pasado, sino una manera de afrontar ese presente
, destacó.
Tras el protocolo inaugural, se realizó un homenaje a la escritora y periodista Elena Poniatowska, en el que participaron la poeta zapoteca Natalia Toledo, el periodista Fabrizio Mejía Madrid y Guillermo Quijas Corzo, quien aprovechó la ocasión y a nombre del público solicitó a la autora: no dejes de escribir, no dejes de escribir
.
Durante la charla, Elena Poniatowska Amor destacó la amistad que la une desde hace muchos años con el pintor juchiteco Francisco Toledo, luego de que Natalia Toledo, fundadora del taller El Camino de la Iguana e hija del pintor, le preguntó sobre la correspondencia que sostenía con su padre. La homenajeada recordó que conoció a Natalia cuando era niña en Juchitán y que cuando conoció al pintor éste aún no adoptaba el nombre de Francisco, sino que era Benjamín, que después cambió.