Un camino de pétalos de cempasúchil recibe a los visitantes de la ofrenda tradicional mazahua dedicada a Isidro Fabela Alfaro (1882-1964), que se exhibe en la sala introductoria del Museo Casa del Risco.

Esa comunidad indígena conmemora el Día de Muertos con un ritual del regreso de las almas de los seres queridos, pues la ofrenda consiste en alimentos que en vida preferían y los que se preparan en la región, así como bebidas fermentadas, por ejemplo el pulque, pan tradicional, dulces y fruta.

De acuerdo con esa tradición, los pétalos del cempasúchil son utilizados para marcar el camino que las almas recorrerán desde el panteón hasta el lugar donde los esperan con un gran banquete.

Altar en memoria del diplomático Isidro Fabela

La ofrenda incluye a la Virgen protectora de los mazahuas, la de Guadalupe, cuya figura está en un lugar visible junto a la imagen del difunto; se pusieron objetos cercanos a Isidro Fabela, como un poema, libros y la imagen del Señor del Huerto, que dan la bienvenida al visitante.

También se colocó en la parte superior un bastón de mando que se otorga al jefe supremo de las etnias, el cual está envuelto con los colores blanco y rojo: el primero representa la honestidad con la que siempre se condujo y el rojo por haber ejercido el poder con sabiduría.

Se exhiben fotografías de Isidro Fabela y en el centro se pone la imagen de una persona cercana al fallecido, en este caso se eligió al Quijote de la Mancha, pues el ilustre mexiquense leyó 11 veces la novela de Miguel de Cervantes.

En el altar de Isidro Fabela, uno de los artífices del México moderno, están platillos que gustaban al diplomático.

El agua es otro de los elementos que se utilizan en la ofrenda mazahua. Representa la fuente de la vida y se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su largo recorrido y para que fortalezcan su regreso.

La ofrenda dedicada a Isidro Fabela, que concluirá el 5 de noviembre, se puede visitar de martes a domingo de 10 a 17 horas en el Museo Casa del Risco (Plaza San Jacinto 5, San Ángel).