El primer titular de la Secretaría de Cultura federal, Rafael Tovar y de Teresa, quien el 10 de diciembre cumplirá un año de fallecido, fecha para la que se prepara una gran noticia, preside la ofrenda de muertos montada en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, debajo de la escalera que da a la plaza de El Carmen.

Lo acompañan los historiadores Ida Rodríguez Prampolini (1925-2017), quien murió el pasado 26 de julio, y Álvaro Matute Aguirre (1943-2017), fallecido el 12 de septiembre. Sus rostros aparecen enmarcados dentro de medallones a la manera de camafeos.

Debajo de un retrato de Tovar y de Teresa se lee: México ha iniciado una modernización de sus estructuras políticas, económicas y sociales, respaldada en la amplia diversidad de su cultura.

Abogado, melómano, promotor cultural, diplomático, político y autor, el homenajeado es recordado por ser un hombre que dejó obras. Durante sus gestiones como presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (1992-2000 y 2012-2015), al término del sexenio de Carlos Salinas, se inauguró el Centro Nacional de las Artes, complejo cultural que agrupa las escuelas artísticas, los centros de investigación, varios foros y teatros.

Sin embargo, la aportación más relevante de Rafael Tovar fue la creación de la Secretaría de Cultura federal, que dirigió del 21 de diciembre de 2015 hasta el día de su muerte. Durante ese periodo promovió, entre otras, las magnas exposiciones Miguel Ángel Buonarroti: un artista entre dos mundos y Leonardo de Vinci y la idea de la belleza, montadas en el Palacio de Bellas Artes.

Por una cultura sustentada en los valores nacionales

De Ida Rodríguez Prampolini se lee: El verdadero planteamiento de la cultura nacional debe partir de la afirmación de nuestros propios valores. Ella fue una investigadora, académica, promotora cultural y autora. Es reconocida por su labor docente en la Universidad Nacional Autónomo de México (UNAM), como integrante del Instituto de Investigaciones Estéticas, desde donde promovió un ambicioso catálogo del muralismo producto de la Revolución Mexicana en América, 1920-1940, y como directora fundadora el Instituto Veracruzano de Cultura (Ivec).

Álvaro Matute se hace presente con el siguiente pensamiento: Creo que la historia como parte de las humanidades debe ser vista con una vinculación grande hacia la ética, hacia la formación de valores.

El trabajo del académico se enfocó en la historia política y cultural de la Revolución Mexicana, en la historiografía nacional, en José Vasconcelos y en la teoría y filosofía de la historia. Fue nombrado investigador emérito de la UNAM, al igual que Rodríguez Prampolini, y era colegiado de la Academia Mexicana de la Historia.

Para la instalación de la ofrenda se aprovechó un espacio debajo de la Biblioteca de las Revoluciones de México, flanqueado por dos escalinatas con su respectivo barandal.

También se tomó en cuenta una fuente, la cual se llenó de veladoras y velas, diversas frutas, incensarios, flores de cempasúchil y una calavera de azúcar.

Igualmente se exhiben figuras elaboradas con papel maché, ollas de barro y tamales. Al pie del conjunto, sobre el piso, se instaló una imagen de la famosa Catrina, creación de José Guadalupe Posada.