Ya tenían en la mira al titular de la Fepade
Ocultaron zonas de alto riesgo
Cuidado con el aumento
Árbol (Fepade) y bosque (EPN, 2012)
Odebrecht y campaña(s) priísta(s)
Frenar indagaciones
Nada contra la corrupción
De defensor a hipercrítico del gobierno capitalino
¿Cuáles son los peores agravios que han podido bordar sobre los hombres de 1810?
Trump: el TLCAN soy yo
México, domingo incluido
Le urge un juguete nuevo
Corporativos Globales (100). Evolución 2001-2016 (1/2)
Disidencia deportiva
El gobernador amenaza al Congreso
Resistencia consciente
Paco Jémez dice la verdad e incomoda
Federico Felini
ras sostener varias reuniones en las capitales de Arabia Saudita y Qatar, el secretario de Estado estadunidense, Rex Tillerson, experimentó ayer un fracaso en el intento de mediar en la crisis entre ambos países. No hay ningún signo firme que indique la disposición de las partes a dialogar; no podemos obligar a las personas a negociar si no están listas
, rubricó el funcionario en una conferencia de prensa en Doha, tras asegurar que Washington mantiene vínculos muy fuertes con todos los países implicados en la crisis, incluido Qatar
.
Ningún espacio educativo debió tener daños por sismos
n los sismos del 7 y 19 de septiembre anteriores se dañaron 10 mil escuelas; 400 serán reconstruidas y el colegio Rébsamen particular colapsó, lo que provocó la muerte de niños y adultos. Ninguna escuela debió tener deterioro, pues la Secretaría de Educación Pública (SEP) dispone de una estructura administrativa que autoriza, avala y supervisa la operación y funcionamiento de los centros educativos, tanto públicos como privados. Mediante visitas periódicas, el supervisor vigila y reporta a las autoridades de la SEP las irregularidades que observa, solicita al directivo los documentos que confirman uso del suelo para fines educativos, revisa el estado del inmueble en cuanto a seguridad e infraestructura y determina los casos en que se vulnere la integridad física o sicológica de los educandos, lo cual se aplica también a colegios particulares.
l nivel de tensión que se respira en la capital de Estados Unidos se puede medir por las palabras que el general retirado David Petraeus expresó ayer en una entrevista en televisión: El más importante reto de Estados Unidos en estos momentos no es Rusia, Irán, Corea del Norte, la competencia con China o el Estado Islámico. Es el parroquialismo que nos limita a resolver los serios problemas que tenemos en Estados Unidos
.
l ánimo de revuelta, saldo natural de los terremotos ante las actitudes y comportamientos de las autoridades, lleva peligrosamente a la confrontación con nuestros fascistas, los de arriba tanto como los de abajo.
stados Unidos tiene ahora uno de los presidentes más ignorantes en el campo de la cultura y la ciencia. Su especialidad es el show bussines y los negocios inmobiliarios, algunos de los cuales rodaron con mala suerte. Por eso no sorprende su decisión de retirar a su país como integrante pleno de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Queda como simple observador
. El motivo no puede ser más pueril: el continuo sesgo antisraelí
de ese organismo internacional. Israel, gobernado por el ultraconservador Benjamin Netanyahu (acusado de corrupción), anunció que la deja también y que es una decisión moral porque se convirtió en un teatro absurdo y en lugar de preservar la historia la está distorsionando
.
l mito de la niña Frida
en el Rébs… amen. En medio de la confusión y la zozobra, los dos días que siguieron al terremoto del 19 de septiembre, los medios electrónicos, en particular Televisa como instrumento del oligopolio mediático de la plutocracia Forbes, se montaron sobre las ruinas del colegio Enrique Rébsamen, desplazando y casi invisibilizando otros edificios colapsados en la megaurbe capitalina y (por razones clasistas) las miles de viviendas destruidas en pueblos de Xochimilco, Iztapalapa, Tláhuac y en los estados de México, Morelos, Puebla y Tlaxcala −además de los del sureste del país−, donde presuntamente estaba atrapada, entre los escombros, una menor de 12 años.
a Procuraduría General de la República se encuentra lista para cerrar con broche de alpaca el sexenio de la impunidad. Sin procurador, ni fiscal electoral, ni fiscal anticorrupción, la institución responsable de procurar la justicia en el país deambula como zombi, muerto en vida, listo para archivar, congelar, desechar o simplemente desaparecer todos los voluminosos expedientes donde algún amigo, cómplice o socio de Enrique Peña Nieto pudiera estar implicado en algún delito.
omo no podría ser de otra manera, son múltiples las cuestiones que componen el fenómeno social y político del proceso de independencia que se sigue en Cataluña.
oy hijo del calor del Sureste. El verde, el agua, las sonrisas, la luz, todo lo bueno allí se multiplica. Quizá por esa condición tuve el privilegio de tener por lo menos cinco abuelas. Ticha, Aurora, Cora, Tere y María se llamaban. Todas ellas, casi analfabetas, a su modo, llenas de suavidad y calidez, velaron por mí en ese universo de color, vitalidad, olores, caos, ruido, risas, tardes en los umbrales de las casas, comidas, juegos, momentos para contar historias. Estos últimos se tornaron en rituales de una ruidosa sacralidad ritmada por el sonido de mecedoras y abanicos, eran efímeros monumentos de la imaginación. Eran los instantes de la transmisión de las tradiciones y los entendimientos.
n el principio fue el son, un continente particular donde los que tocan, cantan o bailan son, son. Si el mundo siempre fuera así viviríamos en un planeta mejor. Su espacio geográfico no aparece en los mapas, o mejor dicho sí, pero no se nota. Más que espacio físico (y miren que lo físico le resulta tan fundamental como lo poético), el son necesita mucho corazón. Se ubica hoy en la América temprana, la que chocó primero con el invasor español en la mar Caribe y el Golfo de México, islas adonde llegaron los andaluces, exterminaron a los naturales en un paisaje feroz y feraz, los sustituyeron con esclavos de África, y de ese cataclismo humano nació el son, choque de ritmos africanos con el romancero español, el cante y las coplas gitanas, y en México la ceremonia comunal indígena.