Andrés Jaguar Gutiérrez se repuso de la frustración que le generó un accidente en el baño del hotel, el cual le impidió pelear al día siguiente en Belfast, en Irlanda. Fue en los últimos días de julio; estaba listo para disputar la eliminatoria por el título pluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ante el irlandés Carl Frampton. Un resbalón en el piso mojado lo mandó al suelo; en la caída se hizo una cortada que necesitó sutura y dos dientes se le partieron. Imposible pelear en esas condiciones. Todo el trabajo de meses se desperdició en ese momento.

Pero el Jaguar está de vuelta y ahora disputará el título pluma de la Asociación Mundial de Boxeo ante Abner Mares en Carson, California, el 14 de octubre.

Estoy completamente repuesto y de regreso, dice el Jaguar Gutiérrez; me apoyó todo mi equipo de trabajo para superar la frustración y estoy de vuelta con mucho ánimo.

La herida fue atendida de urgencia en Belfast y al volver a México se cercioraron de que no tuviera complicaciones.

Lo que más le pesó en los días de la cancelación era que se sentía culpable de arruinar su oportunidad. Se reclamaba no tener cuidado en la ducha.

Abner Mares es un rival con mucho prestigio en Estados Unidos, pelear contra un monarca con esa fama le emociona al Jaguar. Está convencido de que puede arrebatarle el cinto y empezar a ser reconocido. Esta vez –afirma– nada se lo impedirá.