En el 20 de Noviembre se hacía un trasplante de riñón y en el Siglo XXI una cirugía de cerebro
Igual que sus equipos, saben que no existe razón para detener ningún procedimiento quirúrgico
Viernes 29 de septiembre de 2017, p. 15
No existe razón por la que alguna cirugía pudiera detenerse, mucho menos que el equipo médico suspenda el procedimiento o se retire del quirófano. Eso lo sabe y aplica el personal de las instituciones públicas de salud.
A las 13:14 horas en que ocurrió el sismo del 19 de septiembre, en los hospitales de los institutos Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) se realizaban procedimientos quirúrgicos de alta especialidad que continuaron, a pesar del movimiento de la Tierra.
En el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del Issste se realizaba un trasplante de riñón. El cirujano Aczel Sánchez tenía el órgano en sus manos y se disponía a implantarlo, pero tuvo que detenerse durante algunos segundos, pues la sutura de vasos sanguíneos requiere alta precisión.
Es a la vez un tiempo que para los especialistas es crucial, porque tiene impacto directo en el éxito de corto y largo plazos del trasplante. Sánchez explicó que cuando están a punto de colocarlo, el órgano se encuentra en un estado de isquemia tibia, lo que significa sin sangre y en espera de volver a recibir flujo sanguíneo en su nuevo cuerpo
. Ese debe ser un lapso muy breve.
Pasada la sacudida más fuerte del temblor, el cirujano con su equipo continuó y concluyó con éxito la intervención. Actualmente, el paciente sigue en recuperación y en espera de irse a su casa.
En el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS se practicaban seis cirugías. En el quirófano número 11, el equipo encabezado por el neurocirujano Juan Carlos González llevaba a cabo una operación de cerebro, para el tratamiento de un aneurisma, la cual también requiere alta precisión y cuidado.
En otra sala, el doctor Salomón Waizel trataba la infección severa en vías respiratorias de una paciente, quien también presentaba complicaciones en el corazón.
En tanto, la doctora María del Pilar Rivera realizaba una cirugía de abdomen para tratar una inflamación crónica de colon.
Ninguno de los procedimientos se detuvo; sólo cuando pasó el temblor se hizo una revisión rápida de los quirófanos, a fin de asegurar que estaban en condiciones de seguir funcionando, explicó Carlos Cuevas, director del nosocomio.
El funcionario llamó la atención sobre el compromiso de los cirujanos y anestesiólogos, así como del personal de apoyo de conservación, camilleros, enfermería, residentes de anestesia y quirúrgicos, quienes de igual forma se mantuvieron en sus lugares.
De los pacientes intervenidos ese día, cuatro ya fueron dados de alta y dos continúan internados.