Nace brigada para acudir a calles y albergues en apoyo de damnificados del sismo
los escombros del corazón
Desarrolla intervenciones urbanas para llevar un apapacho
a esas personas, dice a La Jornada la médico de la risa Ximena Álvarez
Participan terapeutas y voluntarios capacitados
Viernes 29 de septiembre de 2017, p. 4
Reconstruir los corazones de las personas afectadas por el sismo del 19 de septiembre es la finalidad de las intervenciones urbanas de risoterapia que se desarrollan en albergues y calles de Ciudad de México.
Esa iniciativa está a cargo de un grupo de brigadistas, coordinados por la médica de la risa, Ximena Álvarez Mercado.
La Brigada Sonrisas, integrada por terapeutas, médicos de la risa y voluntarios capacitados, desde la semana pasada se esfuerza por llevar no sólo a albergues, también a las calles de la ciudad, un apapacho al corazón
, como define su trabajo Ximena Álvarez Mercado (Ciudad de México, 1987), especialista en risoterapia.
Tenemos un grupo de 40 voluntarios que se reúne en cada visita y ha sucedido que la brigada no sólo entrega alegría, pues al final se lleva más de las personas y esto hace latir nuestro corazón más fuerte
, explica en entrevista con La Jornada.
Los brigadistas, coordinados por la médica de la risa, al ver la necesidad de los damnificados del sismo de magnitud 7.1, acudieron a los albergues, pero como había otras brigadas culturales, optaron por efectuar intervenciones urbanas, pues el sismo afectó a todos los habitantes y reír ayuda.
Labor altruista para recuperar esperanza y seguridad
“A todos nos afectó, nos pegó lo del sismo; nos conmovió y nos hizo sentir muchísimas cosas, entonces lo que hacemos son brigadas de intervención urbana, pues además de visitar los albergues, vamos con los voluntarios scouts que nos han invitado, porque cuidamos también a los jóvenes que mueven a diario”, detalla Álvarez Mercado.
En la Brigada Sonrisas, además de los profesionales en hacer reír a las personas, pueden sumarse voluntarios, los que reciben capacitación. “Con nosotros –prosigue– pueden participar todos, no sólo terapeutas y los médicos de la risa; hay individuos de diversas carreras que desean ayudar. Lo que se busca es el llamado de estos corazoncitos a los que quieren apoyar.
Los voluntarios nos compar-tían que en ocasiones llegaban a lugares donde ya había muchas manos y ellos querían aportar algo; entonces se creó esta brigada para incluir a esas personas con deseos apoyar y donde las circunstancias a veces no se prestan.
Ximena Álvarez Mercado considera que después del shock que viven los habitantes, muchos necesitan una sonrisa. “Las personas que desean participar en la brigada son instruidas en risoterapia para que adquieran los elementos básicos, cuidando siempre las emociones.
En estos días nos han sucedido cosas muy bellas; por ejemplo: uno de nuestros voluntarios comentó que nosotros, aunque no vamos a levantar piedras en los edificios destruidos por el sismo, retiramos escombros del corazón. Nos ponemos cascos y guantes justo en la punta de la nariz y estamos recuperando un poco de esperanza y seguridad; creamos algo diferente y nos están invitando a otros lugares.
Unir las partes humana y terapéutica; cuidar emociones
Respecto de su labor, Álvarez Mercado explica que la risoterapia “comienza desde que se genera un poco de empatía con el otro, uniendo la parte humana con la parte terapéutica. No estamos dejando de lado la parte terapéutica, al contrario, la sumamos, porque es el cuidado de las emociones.
“A veces cuando nos reímos puede ser a manera de catarsis también. Con estas brigadas se busca que sus integrantes estén muy conscientes de que necesitan estar bien emocionalmente para compartir con el otro.
“A los que desean participar con nosotros se les da una capacitación de escucha activa y de que pueden ser ellos mismos para entregarse al otro, y sobre todo, de que a partir de la empatía podemos comenzar a sanar corazones.
Queremos que las personas no se sientan excluidas; en estos momentos todos pueden ayudar, por eso les brindamos capacitación rápida y si después quieren sumarse a algo más grande lo pueden hacer. Hay quienes jamás se habían puesto una nariz roja y este objeto es clave para tener contacto primero con las personas; hay una sensación de empatía inmediata. La nariz roja de payaso que nos colocamos es un pedacito de nuestro corazón.
Además de las intervenciones urbanas de risas, Ximena Álvarez se ha aliado con un grupo de brigadistas de Celaya que se ha dedicado a recolectar cartas que escriben las personas a los rescatistas, voluntarios, los topos y damnificados del sismo.
“La propuesta consiste en escribir cartas a mano. Las misivas de Celaya se entregan en Ciudad de México y las personas de aquí que desean escribir y dar apoyo en sus cartas se las entregamos a los de Celaya y ellos las llevan y entregan en Puebla.
Entregar una carta es identificar el dolor tanto de la persona que lo está haciendo, como el de quien la recibe. Este proyecto es un apapacho al corazón también. Por lo pronto recibimos las cartas, llegaron 300 de Guanajuato que entregaremos el domingo en el centro de la ciudad
. detalla Ximena Álvarez.
Las personas que deseen escribir cartas dirigidas a los afectados por el sismo, los voluntarios o rescatistas pueden contactar a Álvarez en su página de Facebook, donde aparece como Rojamercado.
Las cartas son entregadas por personas que están preparadas para la contención emocional, pues acompañamos de la mejor manera a quien las recibe
, aclara la médica de la risa.
Ayer, la Brigada Sonrisas se presentó en la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México, plantel Xochimilco; mañana visitará a niños y niñas scouts y que el domingo tienen programada una visita a un albergue en la delegación Tlalpan.