El PRI enfocó su crítica de nueva cuenta contra el dirigente del PAN, Ricardo Anaya, a quien calificó de intolerante y berrinchudo. En principio, exigió que se investigue el patrimonio del líder panista, al tiempo que advirtió sobre los riesgos para el país si el año próximo gana un proyecto de derecha.

Hasta hace unos días, el discurso de los líderes priístas hacía énfasis, siempre de manera implícita, al presidente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, y con referencia a los riesgos del populismo que llevarían al país a una situación de crisis política y económica como la de Venezuela.

Este jueves, apenas unas horas después de la negociación en la Cámara de Diputados, que permitió al PRI asumir la presidencia de la mesa directiva en esa instancia del Congreso, el dirigente nacional de los priístas, Enrique Ochoa, dijo que su homólogo del PAN inventó e hizo berrinche con la presunta intención del tricolor de dar pase automático al actual procurador general de la República, Raúl Cervantes Andrade, para convertirlo en fiscal anticorrupción.

Ricardo Anaya levantó esa cortina de humo y puso en riesgo la instalación de la Cámara de Diputados por una ambición personal, dijo Ochoa, en lo que fue el tercer día consecutivo de asegurar que el líder panista estuvo en favor del pase automático.

En tanto, la secretaria general del PRI, Claudia Ruiz Massieu, dijo que en 2018 el país se juega mucho En la elección del próximo año se decidirá entre el proyecto priísta y otro que no tiene rumbo, que encabeza la derecha y donde sólo importa la voz de una persona, que intenta regresar al pasado y perpetuar privilegios para unos pocos.

Ruiz Massieu acudió a la rendición de protesta del nuevo dirigente del tricolor en Chiapas, Julián Nazar. Acompañada por el presidente de la Fundación Colosio, José Murat, así como por legisladores federales y dirigentes locales, dijo que para ganar es indispensable llegar unidos, fortalecidos y renovados.