La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) resaltó ayer que presentó al gobierno de Estados Unidos peticiones para visitar la base militar de Guantánamo, pero hasta la fecha Washington no ha dado su consentimiento para que ello ocurra.

La vicepresidenta de la CIDH, Margarette May MaCaulay, dijo esperar que en el futuro cercano haya oportunidad de ver las condiciones en que opera ese lugar, donde están recluidas personas acusadas de terrorismo.

Al continuar las audiencias públicas del 164 periodo de sesiones de la comisión, ayer se analizó el caso de Ammar Al Baluchi, un pakistaní acusado de haber colaborado en los ataques a las torres gemelas de Nueva York y que actualmente se encuentra recluido en Guantánamo en condiciones que se sospecha son violatorias de sus derechos humanos.

En este contexto, la representación del Departamento de Estado del país del norte explicó que no se ha podido hacer la visita de la CIDH por algunos procedimientos de seguridad.

Durante las audiencias realizadas en Ciudad de México, organizaciones sociales de República Dominicana denunciaron, a su vez, el grave problema de corrupción en su país y por el que hay un clima de represión contra quienes participan en las protestas contra ese flagelo.

La representación del Estado dominicano se dijo sorprendida de que la CIDH haya incluido este tema en las comparecencias, pues no forma parte de su agenda de prioridades. Por lo demás, consideró la denuncia como llena de inexactitudes, de manera tal que da la impresión de que en el sistema institucional nada funciona y está por colapsar.

El presidente de la CIDH, Francisco José Eguiguren, explicó que el tema de la corrupción y los derechos humanos es de particular importancia y al retomarlo no se está haciendo ningún señalamiento contra nadie.

La comisionada Esmeralda de Troitiño, resaltó que la corrupción merma la efectividad de los derechos humanos y por ello hay que combatirla.