Pide el gobernador a Washington declarar estado de catástrofe
Sábado 26 de agosto de 2017, p. 21
Corpus Christi.
El estado de Texas se preparaba ayer para la llegada del poderoso hucarán Harvey, que ya alcanzó categoría cuatro y podría convertirse en uno de los más peligrosos en azotar Estados Unidos en años recientes.
El ojo del ciclón tocará tierra entre la noche del viernes y la mañana del sábado. El gobernador de Texas, Greg Abbott, pidió al presidente estadunidense, Donald Trump, declarar el estado de catástrofe natural, ante el gran desastre
que podría provocar. La medida, que permitiría desbloquear fondos federales antes de que Harvey toque las costas de Texas, está siendo considerada por el mandatario federal, informó Tom Bossert, su asesor de seguridad interna.
“No cometamos los mismos errores que Bush con Katrina”, expresó el senador republicano Chuck Grassley a Trump. “La falta de previsión del gobierno federal en 2005 con Katrina todavía está en el recuerdo de todo el mundo”, añadió.
Abbott desplegó mil agentes de la Guardia Nacional de Texas para hacer frente a la contingencia. Cientos de miles de habitantes de la costa del Golfo podrían ser desalojados, pues se teme que el ciclón produzca inundaciones devastadoras
.
El viento se volvió más fuerte y alcanzó 195 kilómetros por hora, por lo que el fenómeno subió a categoría tres (de cinco), informó el Centro Nacional de Huracanes.
Texas está a punto de experimentar un desastre significativo
, informó Brock Long, director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés). El meteoro podría convertirse en uno de los peores de los pasados 12 años en Estados Unidos tras el paso de Katrina en agosto de 2005, que causó graves daños e inundaciones en Nueva Orléans y las comunidades vecinas. Además, provocó la muerte de unas mil 800 personas. También sería la primera catástrofe natural en el gobierno de Trump.
El presidente está listo para firmar la declaración preventiva de desastre para Texas, informó el asesor de seguridad interior de la Casa Blanca, Tom Bossert. El mandatario viajará la semana que viene a Texas, anunció la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders. El gobernador Abbott ya pidió asistencia federal, la cual está siendo evaluada por la FEMA.
Se desconoce aún la magnitud que tendrá la marea en la zona costera. Houston, la ciudad más poblada del estado, con 2 millones de habitantes, es un enclave petrolero con numerosas refinerías importantes para el abasto energético del país.
No quiero ser dramático, pero temo una inundación catastrófica
, dijo en Twitter el ex presidente de la Sociedad Meteorológica de Estados Unidos Marshall Sheperd.