La delegación Tláhuac, en la capital del país, registra desde el año pasado cifras sin precedente en incidencia delictiva, principalmente en homicidio doloso (80 por ciento más que en 2015), pero sobre todo en robo con violencia a transeúnte y amenazas.

En las cifras de la procuraduría capitalina, entregadas a la Secretaría de Gobernación, no hay alta denuncia de extorsión, pero sí de amenazas en esta zona.

Por ejemplo, en Milpa Alta, demarcación considerada pacífica, en 2015 se cometió sólo un asesinato intencional; un año después, siete y, en el primer semestre de 2017, igualmente uno.

En cambio, en Tláhuac, en 2015 fueron denunciados 12 homicidios dolosos; para el año siguiente fueron 20 y, de enero a junio de 2017 la cuenta va en 10.

Según la información difundida recientemente, de que un grupo delictivo se dedicaba a la extorsión ahí, las cifras muestran un muy bajo nivel de denuncia (apenas nueve el año pasado y cinco el actual), no así de amenazas: en 2015 la procuraduría capitalina informó de 311 casos; en 2016, 271, y ahora ya van 154.

Otro foco rojo en cuanto a ingreso y salida de drogas sintéticas en el país, de acuerdo con diagnósticos del gabinete de seguridad, es Manzanillo, Colima. Sólo en el primer semestre del año reportó 71 asesinatos. Tecomán (también en ese estado), que tuvo muy alto nivel de violencia en 2016, bajó a seis en el primer semestre del año en curso.