Sábado 22 de julio de 2017, p. 10
San Cristóbal de Las Casas, Chis.
Con la propuesta de organizarse en una red de colaboración mundial terminó ayer en esta ciudad el primer Encuentro Trasnacional de la Niñez y la Juventud Migrante, tejiendo lazos en defensa de nuestra memoria, nuestra identidad y nuestros territorios
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Asistentes de México, Guatemala, Honduras, Francia y Alemania concluyeron que la migración está siendo cada vez más peligrosa. Nos duelen y enojan estas migraciones, y por eso queremos pensar en un mejor modo de migrar y en defender a las personas que migran, porque es un derecho
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El buen migrar engrandece a las comunidades
Plantearon que un buen migrar, con información y con derechos, engrandece el corazón y los pensamientos para mejorar nuestras comunidades, escuelas, caminos y hospitales
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“Nos entristece mirar cómo las fronteras se hacen más grandes, cómo nuestros hermanos migrantes se lastiman los pies, son perseguidos y maltratados por policías, coyotes y patrones que abusan de su necesidad”, señalaron en una declaración.
Después de dos días de trabajos, manifestaron que sueñan con una vida digna y feliz, con oportunidades para estudiar, trabajar y soñar libremente
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Indicaron que pretenden organizarse en una red de colaboración trasnacional que ayude a cambiar las relaciones de género, a recuperar su memoria y vivir en felicidad y con derechos a permanecer en sus territorios y migrar sin violencia.
Un mundo sin violencia
Soñamos con vivir en un mundo sin violencia donde las fronteras sean lugares de convivencia y no zonas de muerte y separación; soñamos con que los jóvenes puedan expresarse libremente, sin miedo a ser perseguidos o asesinados
, expresaron.
Creemos que una de las principales formas de hacer realidad estos sueños es encontrándonos, conociéndonos y organizándonos. También creemos que es importante defender nuestros territorios y nuestras culturas, pues aunque migremos seguimos perteneciendo a nuestras comunidades
, expusieron.
Organizado por la agrupación denominada Voces Mesoamericanas, en el encuentro participaron 31 mujeres y 24 hombres de entre 11 y 20 años, originarios de los países citados. El documento final fue leído durante la clausura, que se llevó a cabo la tarde del viernes en la plaza Catedral de San Cristóbal.