Madrid.

El gobierno español anunció que tomó el control de la Real Federación Española de Futbol (RFEF) para asegurar el correcto funcionamiento de la liga local, una de las más populares del mundo, a raíz de la detención de varias altos cargos del organismo, incluido su presidente.

Para cumplir con esto, el Consejo Superior de Deportes, organismo del Estado, se reunirá el próximo martes para evaluar la sustitución del dirigente de la RFEF, Ángel María Villar, quien está en prisión desde el jueves acusado de varios delitos de corrupción.

Nuestro objetivo desde el principio es asegurar la total normalidad del funcionamiento de las instituciones cuando el presidente y el vicepresidente están en prisión incondicional, dijo el portavoz del gobierno español, Íñigo Méndez de Vigo, en una rueda de prensa.

El juez de un tribunal de Madrid decretó el jueves prisión provisional sin fianza para Villar, que lleva casi 30 años al frente de la RFEF; para su hijo Gorka Villar, ex director general de la Conmebol, y para el vicepresidente económico de la federación, Juan Padrón.

Méndez de Vigo recordó que las federaciones de futbol son asociaciones de derecho privado, pero que el Estado tiene una función de tutela para el cumplimiento de la ley, y que por ello cuando el gobierno estimó que había indicios de irregularidades que podrían tener una repercusión penal los pusieron en conocimiento de la fiscalía.