El silencio perfecto es ese grito que no se escucha, es plantear preguntas sin respuesta acerca de la realidad, la violencia, los migrantes y los refugiados, las desapariciones, la relación con el medio ambiente, con la vida y la muerte.

Son estas voces no escuchadas, internas, que uno quiere sacar; nuestro vacío, nuestra soledad, es dar un clavado hacia el interior y decir: esto es lo que pienso, tengo estos recuerdos, aquí tengo los zapatos de mi hijo o los de un desaparecido, o estos migrantes que se quedaron en estos sueños en tránsito y que no llegaron a ese lugar prometido, expresa la bailarina, actriz y directora Patricia Ortiz, quien estrenó y presenta la obra interdisciplinaria El silencio perfecto, en el teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque.

Música de Arvo Pärt, referente

Con una beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes al principio, explica, quería hacer un montaje interdisciplinario, descubrir otras disciplinas que en mi proceso de formación de actriz ya había pasado en las clases de danza, música, un poco plástica. Profundizar más en cada una. Mi proyecto nació de cómo podía hacer un laboratorio y a partir de éste un montaje en el que no partiera de una dramaturgia, sino de dos momentos de composición musical de Arvo Pärt, y cómo podía construir una pieza con una bailarina, una actriz y un artista.

Ese proyecto fue evolucionando y el arte sonoro de Pärt fue ya sólo un faro. No se usa su música, pero está muy presente en las imágenes, en textos que encontramos a partir de los referentes que él tenía como los escritores que usaba para componer; uno era Edmond Jabès, y a partir de eso y de imágenes surrealistas comenzamos a armar el montaje. En esta obra el cuerpo es importantísimo: habla, va más allá de la palabra que a veces siento que no alcanza o se ha desgastado un poco.

El silencio perfecto implica plantearse preguntas sin respuestas: ¿Dónde estamos? ¿Dónde están los muertos, los desaparecidos? Porque todos somos parte de lo que sucede a escala mundial con la migración o los refugiados; uno también es migrante y refugiado dentro de sí mismo. Uno también se siente excluido en este país, donde hay mucha violencia, donde desaparecen y a nadie le importa. Entonces, ¿cómo hago presente esas voces? ¿Cómo puedo descubrir a partir de lo que hago o cómo puedo acercarme, gritar, expresar, invitar, comunicar o agarrarme de la mano y decir esto está pasando?

En esta obra hay historias de refugiados, de niños, desaparecidos o el viaje interno, la relación con nuestro medio ambiente, tiene que ver con los sueños, la forma como pensamos la vida y la muerte, la naturaleza, cómo somos parte de un todo, no podemos estar separados, es tan importante un árbol como un ser humano, como la Tierra, como un niño en Siria o uno en Chiapas o un estudiante, somos parte de un todo.

El silencio perfecto tiene como protagonistas a Patricia Ortiz y Quy Lan Lachino, quienes dirigen en colectivo al lado de Daniel Bretón y Fernando Bueno.

Las últimas funciones son: 13 y 14 de julio (20 horas) y domingo 16 (18 horas) en El Galeón (Reforma y Campo Marte, estación Auditorio del Metro).