Editorial
Ver día anteriorMartes 11 de julio de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Los periódicos, ante el canibalismo internético
L

a News Media Alliance, organización que agrupa a la mayoría de los periódicos impresos de Estados Unidos –entre ellos, The New York Times y The Wall Street Journal–, pidió ayer el inicio de una negociación con dos de las empresas dominantes en Internet –Google y Facebook–, a las que calificó de duopolio, a fin de establecer reglas menos injustas en el modelo de distribución de contenidos que se ha desarrollado de unos años a la fecha.

En la actualidad los gigantes de Internet utilizan, presentan y explotan a su antojo los materiales producidos por medios tradicionales y se quedan con el grueso de las ganancias por publicidad asociada a tales contenidos, en tanto que las entidades informativas que los produjeron se ven obligadas a afrontar una constante caída en el número de lectores y una merma sostenida de sus ventas publicitarias, fenómenos causados, precisamente, por la la migración de lectores y anunciantes a Internet.

Estas reglas del juego resultan especialmente injustas si se considera que las plataformas digitales referidas no invierten un centavo en la producción de materiales informativos. Como señaló David Chavern, presidente de la organización de diarios, no emplean reporteros, no hurgan en los archivos públicos para descubrir corrupción ni envían corresponsales a zonas de guerra ni cubren el juego de anoche; en cambio, esperan que la económicamente exprimida industria de noticias haga por ellos este costoso trabajo, lo cual conduce a distorsionar el valor económico que se obtiene haciendo buen periodismo. Un dato revelador es que Google y Facebook se apropian de más de 70 por ciento de los 73 mil millones de dólares que se invierten anualmente en publicidad en la red.

Es claro que si no se emprende una reformulación radical de este modelo de distribución de noticias, los medios informativos tradicionales –y no únicamente los impresos– llegarán a la inviabilidad económica y acabarán por desaparecer. Tal escenario es catastrófico no sólo para las entidades generadoras de noticias y contenidos sino también para las propias plataformas en línea –las cuales se quedarían privadas de una parte sustancial de su contenido y de un motor de tráfico indispensable– y para la sociedad en general.

Es pertinente señalar que esta suerte de canibalismo empresarial practicado por Google y Facebook en detrimento de los medios impresos, siendo el más grave, no es el único caso: ocurre lo mismo, en menor medida, en la relación entre Youtube y los productores de contenidos audiovisuales y, fuera del ámbito de la comunicación, entre empresas como Uber, Airb&b y Expedia, las cuales han establecido un dominio sobre sectores desarrollados y mantenidos por otros.

En suma, tanto en el ámbito de la informaciómo como en otros, es necesario emprender un ordenamiento y una regulación que propicien un desarrollo justo y equitativo para todos los agentes involucrados e impedir que, por la vía del saqueo virtual y los fenómenos monopólicos se llegue a una situación de desastre.