El asesinato de Sócrates es una novela histórica de aventuras e intriga, un thriller que abarca 38 años: del 437 aC al 399 aC, de los cuales 27 se abocan a la guerra del Peloponeso, entre Atenas y Esparta, y como hilo conductor tiene la vida del filósofo griego, no sólo como el célebre pensador que conocemos, sino como el hombre de carne y hueso, explica su autor Marcos Chicot (Madrid, 1971).

La obra fue finalista del Premio Planeta 2016 y, más que explicar o describir los hechos, recurre a la conversación, al diálogo o introspección de los personajes con la finalidad de que el lector viva el presente de tan extraordinaria época, adelanta Chicot en entrevista con La Jornada.

Es una novela en la que hay diversas historias de padres que luchan por sus hijos.

Desde que el Oráculo vaticina que Sócrates tendrá una muerte violenta y el nacimiento de un niño espartano, momento en el que le será arrebatado a la madre de sus brazos por el propio padre, quien lo abandona para que muera, se entretejen y recrean intrigas palaciegas, amores y celos, batallas, traiciones y enseñanzas de filósofos y aventuras inspiradas en hechos reales de la antigua Grecia.

Pensador de carne y hueso

Historia de la guerra del Peloponeso, de Tucídides, traducido por Francisco Rodríguez Adrados, es uno de los libros que más consulté de entre todos los utilizados como documentación de la novela, dice Chicot.

Con el devenir de la historia se aprecia a Sócrates como padre y marido, soldado y transeúnte por las calles de Atenas, hablando con las personas, aplicando y desarrollando su filosofía, basada en el conocimiento y la justicia.

A los pretendidos sabios los pone en evidencia con su singular ironía socrática, al demostrar que son ignorantes los que se creen sabios y, por otro lado, mediante su mayéutica, sacaba el conocimiento oculto de las personas que dicen no saber.

El asesinato de Sócrates, novela publicada por Planeta, da cuenta de lo ocurrido en un pequeño lugar del mundo, durante un singular y corto periodo. Una época en la que aparece la perfección en la arquitectura, la escultura, la música, la pintura, explica el autor.

Para Chicot en la historia hay cierto paralelismo con la vida contemporánea, en el ámbito político, pues es cuando surgen los primeros políticos profesionales, también las primeras corrupciones, los primeros demagogos, quienes desde el odio y la venganza convencen a la gente y con sus decisiones provocan la desgracia. Hoy, eso es una realidad cotidiana.