En 20 años la docencia dejó de ser una profesión atractiva
Sábado 24 de junio de 2017, p. 7
Desde mediados de los años 90 del siglo pasado, el gobierno federal consideró prioridad
la transformación y fortalecimiento académico de las escuelas normales. Sin embargo, las más de 270 instituciones públicas formadoras de maestros enfrentan graves carencias, no sólo de infraestructura y equipamiento.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), la matrícula de estudiantes normalistas ha ido disminuyendo desde hace dos décadas. En su informe Los docentes en México, señala que del inicio del sexenio foxista (2001-2002) al primer año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto (2013-2014), el número de alumnos inscritos en una normal, pública o privada, pasó de 184 mil 100 a 132 mil 205, y los planteles se redujeron de 655 a 484.
En el ciclo escolar 2013-2014, el INEE destaca que existían 210 normales privadas, donde se atendía a 23.1 por ciento de la matrícula total de normalistas, mientras las públicas sumaban 274, donde cursaban sus estudios casi ocho de cada 10 jóvenes que se formaban de maestros.
Sin embargo, destaca que en ese periodo las solicitudes de ingreso a normales públicas disminuyeron, pues sólo 72.6 por ciento de los lugares disponibles en el ciclo escolar 2013-2014 fueron ocupados, mientras en las escuelas privadas cayó a 52.4 por ciento.
Los estados con menor demanda para la formación inicial de maestros fueron Baja California, Chiapas y Nuevo León, donde no se asignó casi la mitad de espacios disponibles en normales públicas. En contraste, la demanda de ingreso superó la oferta en Chihuahua, Michoacán, Morelos, San Luis Potosí y Yucatán, donde el número de aspirantes inscritos rebasó el total de lugares disponibles.
El INEE destacó que, en 2013, al menos 59 por ciento de las familias de estudiantes normalistas percibían ingresos mensuales per cápita de poco más de mil pesos, es decir, que estaban por debajo de la línea de bienestar mínimo establecida para las zonas urbanas
. Esta situación se agudizaba para las familias con normalistas de primaria intercultural bilingüe, pues en 2013, 87.1 por ciento de estos jóvenes vivía en hogares que se encontraban por debajo de la línea de bienestar mínimo.
Ante este panorama, el instituto concluyó que cada vez menos jóvenes se interesan en las licenciaturas de formación docente para educación básica. La disminución de la demanda podría encontrar respuesta en las condiciones y características del mercado laboral, el sistema de ingreso al servicio docente, los salarios y las expectativas de mejora a largo plazo, que no hacen de ésta una profesión atractiva
.
Agregó que el decremento de la demanda ha provocado ya el cierre de programas de formación inicial en algunas instituciones. No sería extraño que las normales privadas comenzaran a desaparecer o a buscar otras áreas para su desarrollo dentro del mercado educativo
.