La energía renovable no tiene reversa
al parece que Donald Trump va en sentido contrario a la historia y el desarrollo de la humanidad. Las medidas que adopta, como retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París en materia ambiental, simplemente retrasará el crecimiento, pero cuando salga de la presidencia, Washington retomará el camino correcto en el control de los gases de efecto invernadero.
En los hechos, hay estados como California que se oponen a la política de Donald Trump y el gobernador Jerry Brown trabaja de la mano de México y Canadá para acelerar el cuidado ambiental.
El avance de las tecnologías limpias no es sólo una posición política de muchos gobiernos, sino fundamentalmente es un tema económico. Con gran rapidez baja el costo por kilovatio generado por las energías renovables. Hace apenas cinco años el costo por kilovatio-hora de energía solar era de 11 centavos de dólar; ahora es de 3.90 centavos de dólar, contra un costo de 4.30 centavos de dólar de la energía producida por carbón, uno de los energéticos más contaminantes.
Los tres países que generan más gases de efecto invernadero son: China, Estados Unidos e India, y este último es el más atrasado en materia de control de la contaminación. Pero aun así, con gran rapidez cambia la generación de energía del carbón y del petróleo por energías limpias, por un tema de costos, ya que el país importa grandes cantidades de petróleo y el carbón ya es poco rentable.
En el caso de México, además de que participa activamente en el Acuerdo de París, cuenta con un clima ideal para el uso de energías renovables y tiene una industria en constante crecimiento de paneles solares, lo cual lo convierte en el líder de América Latina con 556.7 gigavatios-hora por año, de acuerdo con información de la Secretaría de Energía.
En las condiciones de desarrollo en que se encuentra la industria de las energías renovables en el mundo, con un crecimiento mayor al promedio de la economía internacional y con un aprovechamiento cada vez más intenso del sol, el aire y cualquier otro bien renovable, la sustitución de los energéticos fósiles no tiene marcha atrás. Por desgracia, esto no lo entienden algunos políticos populistas anclados en el pasado.