Metrobús: Mancera litigará contra suspensión del juez
Multa de mil millones pone en crisis al aeropuerto
El error del ex presidente de Panamá
El amago de la segunda vuelta
PAN lo replantea; PRI rechaza
Periodistas: justicia de carteles
Valeria, simulación en Neza
Increíble inclusión de India y Pakistán al Grupo de Shanghai
que encabezan China y Rusia
¿Y el seguro de desempleo?
OCDE: ¿qué fue del Pacto?
Economía: ¿mala suerte
?
La maldición de la política
Meditación tardía
ncluso si se toma en cuenta el vasto historial de extravíos de la procuración de justicia en el país, no es fácil recordar un mensaje a la sociedad tan ofensivo y aberrante como el que envió ayer la Procuraduría General de la República (PGR), al anunciar que ofrece recompensas hasta de un millón y medio de pesos a quienes den información que conduzca a identificar, localizar, detener o aprehender a los presuntos asesinos de los periodistas Cecilio Pineda Brito, Ignacio Miranda Muñoz, Javier Valdez Cárdenas, Maximino Rodríguez Palacios y Miroslava Breach Velducea, así como a los probables responsables de la tentativa de homicidio contra la informadora Sonia Córdova Oceguera.
Importancia y valor de las escuelas normales
egún el discurso de Joaquín Baranda, en la inauguración de la Escuela Normal para Profesores en 1887:
n su edición de ayer, The Guardian publica un interesante reportaje acerca de las condiciones laborales en una fábrica textilera que hace la ropa de la marca de Ivanka Trump en Indonesia. El reportaje tiene su chiste, porque ya el 31 de mayo pasado había aparecido la noticia de que en China, el señor Hua Haifeng, un activista en asuntos laborales, había sido detenido por la policía al estar investigando las condiciones de trabajo en una fábrica que produce zapatos de la marca de Ivanka Trump. Aparte del señor Huang, dos otros hombres, Li Zhao y Su Heng, también desaparecieron
mientras investigaban las condiciones de otra fábrica China, que también maquila zapatos para Ivanka. Las autoridades chinas todavía no los han soltado.
os consejeros electorales del IEEM, ahora se ufanan de la participación de 53 por ciento del voto ciudadano en el estado de México, cuando no diseñaron ningún programa para animar el voto. Es más, a cuatro semanas de la jornada, encuestadoras revelaron que 70 por ciento de los votantes no sabía con exactitud la fecha concreta de la jornada electoral. No hubo estrategia para promover el voto, es un hecho. En ese momento sonaron las alarmas y ahora con oportunismos, pretenden colgarse una medalla que no les pertenece. Esta actitud cínica y oportunista, mostrada a lo largo de estos meses, mina la seriedad e institucionalidad que requiere el órgano electoral.
L
a verdad es que siento que todavía no he recorrido la mitad del camino. Si soy demasiado ambicioso, ya se encargará la naturaleza de meterme en cintura
, dijo Fernando Martínez Heredia (en adelante FMH) en un homenaje que le realizaron en 2011. Murió el lunes 12 de junio de 2017 en la madrugada, mientras trabajaba en su computadora, en La Habana, Cuba.
n tanto despejada la polvareda electoral, se asoma el tímido rostro de lo que puede aguardar un tanto más allá del presente momento. Ciertas facciones dibujan rasgos de una revuelta electoral en franco proceso ascendente. Cierto que hubo ganadores y, como de costumbre, también perdedores en este pasado pleito por las simpatías del electorado. La numeralia definitoria ha sido explorada con relativa suficiencia. Habría, entonces, que dar cabida a esa densa, angustiosa sensación, ya casi generalizada, que tacha de endeble calidad a la vida democrática mexicana. Triste fenómeno que bien podría considerarse como parte inmaterial de una transición frustrada. Claridad de rumbo ideológico; juego de ideas atractivas y rechazo de indignidades; programas justicieros para las mayorías; creíbles voces de contendientes; limpieza probada en la conducta de los liderazgos; arrestos para la trasformación de lo inútil; verticales y honestas formas de actuar forman, qué duda, el inicial listado de exigencias populares. Dar cauce y rescatar el extraviado ánimo colectivo y poner a salvo las esperanzas ciudadanas es el complemento actual.
n las economías capitalistas desarrolladas la crisis financiera de 2007 tuvo como epicentro el sector inmobiliario y las hipotecas de mala calidad. Los bancos centrales rescataron al sistema bancario privatizando las ganancias y haciendo público el costo de la crisis. Y ahora que lo peor del frente de tormenta pasó, se consolida la percepción de que la borrasca ha sido controlada. Esa es una idea equivocada y peligrosa.