Los niños de quinto año de primaria de todas las escuelas públicas y privadas del estado de San Luis Potosí recibieron cuadernos de trabajo diseñados por los entrenadores de la Olimpiada Mexicana de Matemáticas (OMM) para promover el estudio de esa disciplina de una forma alejada de las dinámicas tradicionales que promueven la memorización.

Se trata de la primera entidad en el país que establece un convenio con la OMM para distribuir, de manera gratuita, ese material, que completa los programas educativos oficiales y que busca entusiasmar a los alumnos con el estudio de matemáticas creativas, enfocadas en desarrollar el razonamiento y la imaginación.

Con 30 años de existencia y luego de haber conseguido en meses recientes que jóvenes mexicanos obtuvieran excelentes resultados en concursos internacionales, la olimpiada avanza en uno de sus objetivos más importantes: el aspecto social.

Más allá de cosechar medallas de oro fuera del país, queremos ser parte de una política educativa en México, explica en entrevista con La Jornada Rogelio Valdez, presidente del comité organizador de la OMM, programa académico que impulsa la Sociedad Matemática Mexicana (SMM).

Llegar a zonas rurales, el reto

Ex competidor olímpico, Valdez añade que la olimpiada pretende llegar a todos los rincones del país, pues nos decían que éramos un certamen elitista, que solamente participaban alumnos de escuelas particulares. No es así. Por eso, nos hemos enfocado en hacer una difusión más amplia del concurso. Con acuerdos como el que logramos con las autoridades educativas de San Luis Potosí; nuestro reto es llegar a zonas rurales para detectar talentos.

Además, por primera vez, este año la OMM realizó un examen de invitación nacional, en el que participaron alrededor de 12 mil alumnos. Los mejores serán invitados a entrenamientos, que siempre son gratuitos.

Doctor en matemáticas, Rogelio Valdez detalla que Perú y Brasil, cuyos sistemas para elegir a sus participantes para las distintas olimpiadas internacionales de esta disciplina son parte de sus programas gubernamentales educativos, son las naciones líderes en América Latina en las competencias internacionales.

“Eso es lo que queremos lograr aquí –reitera–, que exista un primer examen preolímpico en el que participen todos los niños del país, pero para conseguir eso necesitamos el apoyo de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que tiene la logística para hacerlo.”

Ser parte de un proyecto de gobierno, un sueño

Agrega: Nuestro sueño es que la OMM sea parte de un proyecto de gobierno, de una política educativa, un programa federal, lo cual no es mucho pedir, pues nuestro sistema de selección y entrenamiento de alumnos sería el mismo. No se trata de remplazar ni competir con los programas existentes, sino completarlos.

El año pasado fue uno de los mejores de la OMM al quedar México en el lugar 23, de 110 países, con cuatro medallas de plata, una de bronce y una mención honorífica, en la edición 57 de la Olimpiada Internacional de Matamáticas (OIM) –la de mayor prestigio en su tipo– que se realizó en Hong Kong, “y el año pasado se mejoró en la European Girls’ Mathematical Olympiad (EGMO), en la que la jalisciense Olga Medrano obtuvo la primera medalla de oro para el país en esa competencia. México quedó en el lugar 13 de 39, compitiendo con países europeos con sistemas educativos muy buenos.

Olga llevaba cino años entrenando en la OMM, desde que iba en la secundaria. Como ella, existen muchos niños y niñas en todo el país que llevan hasta seis años formándose con nosotros, cuando terminan su participación olímpica ingresan a alguna carrera científica o se van al extranjero.

También los gastos de viajes para asistir a las competencias nacionales e internacionales se hacen con patrocinios de diversas instituciones.

De manera especial, la SEP cooperó el año pasado. Pagó los boletos de los competidores de la Olimpiado Internacional de Matemáticas a Hong Kong, añade Valdez, “y nos prometieron un apoyo significativo, que estamos esperando, para el desarrollo de nuestra olimpiada nacional de noviembre que tendrá como sede Monterrey, en su edición 31.

“Además, en verano se va un equipo a la India, a la Competencia Internacional de Matemáticas (IMC, por sus siglas en inglés). La Centroamericana será en El Salvador, la OIM 2017 en Brasil, y la Iberoamericana en Argentina. En febrero ya se fueron equipos a Rumania, y a la EGMO que acaba de pasar, fue en Suiza.

En números redondos, la OMM requiere 10 millones de pesos al año para operar de manera óptima. De los cuales, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) nos otorga entre 30 y 40 por ciento. El resto de los apoyos, esporádicos, nos llegan de la SEP, de los gobiernos de algunos estados y de algunas universidades, como la Universidad Nacional Autónoma de México.