Con la sanción de cuatro partidos a Lionel Messi por insultar a un árbitro, la FIFA quiere dejar claro que a los jueces se les respeta sin importar la jerarquía del jugador que cometa el agravio, afirmó Edgardo Codesal, ex titular de la Comisión de Arbitraje de la Federación Mexicana de Futbol.

Destacó que el balompié en principio es un deporte, pero con el paso del tiempo se convirtió en un negocio y quienes invierten en él a veces olvidan que el árbitro es la autoridad y lo ven como adversario. El castigo (a Messi) es para recordar que hay que respetar a los jueces, dijo.

Si (a Lionel) le aplicaron los cuatro partidos fue con base en el acta arbitral al tipo de insultos que profirió, lo único que hizo la FIFA es aplicar el reglamento, cosa que en los recientes tiempos en México no se ha realizado. Aquí los árbitros tuvieron que hacerse respetar con un paro, expresó.

Las sanciones fuertes como la que le impusieron al argentino y en el caso de la Liga Mx la inahabilitación de Paul Águilar, de América, y Enrique Triverio, de Toluca, se llevaron a cabo con la intención de que se respete a los nazarenos tal como merecen al ser los encargados de que se cumplan las reglas del juego.

Negó que con este tipo de medidas los silbantes roben protagonismo. Los jugadores son las estrellas de los partidos, pero los silbantes son los directores de los encuentros, sin ellos no hay juego, aseveró.

Al hablar de las sanciones en la Liga Mx, consideró excesiva la inahiblitación de tres encuentros al Piojo Herrera por discutir con la afición. Insultan a un árbitro, que es la autoridad, y le dan un partido, pero lo hace al público y son tres juegos, la disparidad es lo que genera polémica, concluyó.