Miércoles 22 de febrero de 2017, p. 15
El Estado mexicano no debe enfrentar a los cárteles y al crimen organizado con los mismos métodos con los que se combate a un ejército, pues ello provocará una espiral de violencia como la que vive el país desde hace diez años, cuando el entonces presidente Felipe Calderón inició la mal llamada guerra contra el narco.
Además, para Santiago Corcuera Cabezut, presidente del Comité de Desaparición Forzada de las Naciones Unidas, en la discusión que hoy tiene el Congreso sobre las iniciativas de ley de seguridad interior existe una enorme confusión en los términos y conceptos de seguridad pública y seguridad interior, que no son lo mismo.
Entrevistado brevemente al inicio de un acto en el que diversas organizaciones civiles presentaron casos exitosos de litigio judicial para defender derechos humanos, Corcuera Cabezut dijo que esta confusión se arrastra desde 1996, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió la acción de inconstitucionalidad 1/96, y avaló la participación de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública, en auxilio de autoridades civiles
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Corcuera explicó que la seguridad interior de la nación es una especie de seguridad nacional; que puede ser de dos tipos: la estrictamente interior, y la exterior. Esta última es cuando se ve amenazada, por ejemplo, con la invasión de un ejército de otro país. Para este caso existe el Plan DN-I, que eso es guerra extranjera.