Asume la autoría el Estado Islámico; el gobierno promete justicia
Viernes 17 de febrero de 2017, p. 29
Karachi.
Un atentado suicida reivindicado por el yihadista Estado Islámico (EI) contra un santuario sufí atestado de gente en la provincia de Sindh, sur de Pakistán, dejó este jueves por lo menos 72 muertos y más de 250 heridos, informó Maula Bux Chandio, vocero del gobierno local.
El atentado fue perpetrado por un hombre que ingresó al santuario Lal Shahbaz Qalandar de la ciudad de Sehwan, unos 200 kilómetros al noreste de Karachi, y accionó entre los fieles la carga explosiva que portaba, precisó Aladino Jawaya, jefe de policía de la provincia.
El lugar estaba atestado de gente este jueves, considerado día sagrado de rezo para la comunidad sufí. Ghazanfar Shah, el custodio del sitio, dijo que las medidas de seguridad eran laxas en el templo.
Khadim Hussain, inspector general adjunto de la policía de Hyderabad, dijo que entre las víctimas mortales hay 43 hombres, nueve mujeres y 20 menores, mientras Aladino Jawaya explicó que muchos heridos están en estado crítico y serán transferidos a Karachi” lo antes posible. Tememos que el número de víctimas aumente
, indicó Munawar Ali Mahesar, funcionario del gobierno local.
El Estado Islámico reivindicó el atentado en su agencia noticiosa Aamaq, donde confirmó que había atacado una congregación chiíta
. El movimiento extremista sunita considera que los chiítas son apóstatas.
El primer ministro Nawaz Sharif afirmó que el ataque contra los sufíes se considera una amenaza directa
y prometió que las fuerzas de seguridad encontrarán a los perpetradores.
Cada gota de sangre de la nación será vengada inmediatamente
, indicó el jefe del ejército, Qamar Javed Bajwa. No más mesura... las fuerzas de seguridad no permitirán que los poderes hostiles tengan éxito
, agregó.
El ataque de este jueves fue el más mortífero en Pakistán desde el 16 de diciembre de 2014, cuando extremistas atacaron una escuela administrada por el ejército y mataron a 154 personas, en su mayoría niños. Pakistán ha estado en guerra con el talibán y otros grupos extremistas islámicos por más de una década.