Jerusalén.

Líderes palestinos y mundiales condenaron duramente este martes la ley aprobada por el Parlamento Israelí que legaliza de manera retroactiva los asentamientos de colonos judíos levantados en tierras privadas palestinas en Cisjordania reocupada, decisión que celebró la derecha religiosa israelí.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (APN), Mahmoud Abbas, condenó desde París esta ley, sancionada el lunes, y dijo que es una agresión contra nuestro pueblo y va en contra del derecho internacional.

Su homólogo francés, François Hollande, declaró en conferencia conjunta: espero que Israel y su gobierno reconsideren este texto y den marcha atrás.

Saeb Erekat, principal negociador de la ANP, dijo que el decreto coloca el último clavo en el ataúd de la solución de dos estados, y acusó al gobierno israelí de tratar de legalizar el saqueo de tierra palestina.

Después de la adopción de la medida, que calificó de crimen de guerra, la ANP solicitó a la comunidad internacional que sancione a Israel, y organismos defensores de derechos humanos anunciaron que apelarán al Tribunal Supremo israelí para que anule el texto.

Paralelamente, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, lamentó profundamente la implementación de la ley y dijo que es una contravención del derecho internacional que tendrá amplias consecuencias legales para Israel.

En Bruselas, Federica Mogherini, jefa de la política exterior de la Unión Europea (UE), censuró la recién adoptada iniciativa israelí sobre los asentamientos construidos en tierras palestinas y advirtió que la iniciativa cruza un peligroso umbral.

El líder laborista israelí, Isaac Herzog, advirtió que esta ley podría llevar a algunos israelíes a ser inculpados por la Corte Penal Internacional.

Esta es la primera de una serie de medidas que debemos tomar para que nuestra presencia en Judea y Samaria sea por años, por décadas, por muchísimo tiempo, sostuvo el ministro del gabinete israelí, Yariv Levín, utilizando el nombre bíblico para Cisjordania. Creo realmente que nuestro derecho sobre nuestra madre patria es algo que no puede ser negado.

Los promotores de la legislación aseveraron que las comunidades donde residen miles de personas, y algunas de las cuales tienen décadas de existencia, fueron construidas de buena fe y respaldadas calladamente por diversos gobiernos israelíes.

Algunos defensores de los colonos pertenecientes a la derecha religiosa israelí sostienen que estas tierras pertenecen a Israel desde tiempos bíblicos. Digan lo que digan los jueces, los palestinos o la comunidad internacional, toda la tierra de Israel pertenece al pueblo judío, dijo antes del voto de la ley el ministro de Ciencias, Ofir Akunis. La potestad sobre Cisjordania es un derecho eterno e incontestable, afirmó.

La ley también permitirá legalizar de acuerdo con el derecho israelí 53 o 55 colonias llamadas salvajes, según la ONG La Paz Ahora –lo que no sólo significa que perderán su carácter provisional, sino que también podrán extenderse– y expropiar al menos 800 hectáreas de tierras privadas palestinas.

En total, al menos 3 mil 900 viviendas podrán ser regularizadas, precisó La Paz Ahora.

De Londres a El Cairo, sede la Liga Árabe, pasando por París, Berlín, Ankara y Amán, la norma provocó una serie de condenas de la comunidad internacional, abiertamente alarmada por este nuevo golpe a la paz entre israelíes y palestinos.

La falta de reacción estadunidense contrasta con la ola de indignación, pero también con las críticas a la colonización que había emitido la administración de Barack Obama.

El gobierno de Trump necesita consultar a todas las partes sobre cómo avanzar, dijo un funcionario del Departamento de Estado, lo que confirma la falta de posición, hasta ahora, del nuevo presidente.