Martes 7 de febrero de 2017, p. 6
Después de cuatro años de no exhibir en México, Gabriel Orozco (Xalapa, 1962) regresa a instalar un Oroxxo en la Galería Kurimanzutto. El proyecto propone un intercambio de iconos
entre una cadena de tiendas de conveniencia y ese espacio de arte.
Radicado desde hace dos años en Tokio, el artista ha intervenido mediante calcoma-nías y ejes algunos de los 300 productos a la venta, cuyo precio va de 15 mil a 60 mil dólares. A la manera de un juego cuyas reglas son definidas por el escultor y fotógrafo, el precio de los artículos se duplicará de acuerdo con la demanda.
Se trata de una reflexión filosófica y numérica que se remite a una fábula en torno al inventor del ajedrez propuesto al rey para su pago por haber inventado ese juego
, dijo Raúl Zorrilla, director de la galería.
Ayer, en rueda de prensa, Gabriel Orozco expresó que la instalación cuestiona adónde nos dirigimos en razón a los mercados que se desarrollan a todos los niveles, en qué medida reorientamos el arte y la producción de nuestro país, así como la memoria y los iconos que circulan en la vida cotidiana. Esta exposición es simplemente una ironía sobre esta realidad que vivimos
.
Añadió: Cuando tomo una situación, un objeto, una marca o un coche, es porque tiene una carga simbólica, cultural, histórica muy específica que en ese momento me interesa explorar
.