Ante la previsión de un tipo de cambio altamente volátil y un panorama económico altamente incierto, analistas económicos esperan que el Banco de México (BdeM) incremente en medio punto porcentual su tasa de referencia el próximo jueves, cuando su junta de gobierno lleve a cabo la primera reunión de política monetaria del año.

Un aumento en la tasa de referencia, actualmente en 5.75 por ciento, es un mecanismo para contener la inflación, pero afecta el ritmo de la actividad económica, al encarecer el costo del crédito para empresas y personas.

El deterioro significativo de las expectativas de inflación es lo que justificará la decisión de subir la tasa en medio punto el próximo jueves y otros 1.5 puntos porcentuales en lo que resta de 2017, señalaron especialistas de Banorte-Ixe.

En la última reunión del año pasado, efectuada el 15 de diciembre, el Banco de México elevó el costo del dinero en medio punto porcentual para ubicarlo en 5.75 por ciento. Era la sexta vez en un año que el organismo incrementaba la tasa de referencia ante la pérdida de valor del peso frente al dólar (que para entonces alcanzaba 25 por ciento anual) y también para frenar una eventual salida de capitales del mercado financiero.

Habrá que ver la lectura que el BdeM tiene de la inflación, ya que esto permitirá anticipar sus próximas acciones. También habrá que ver si el comunicado presenta algún cambio de matices o lenguajes, ahora que el nuevo subgobernador, Alejandro Díaz de León, se ha integrado a la junta de gobierno, indicó Scotiabank.

Para los analistas de Banorte-Ixe la variable clave en la decisión de la junta de gobierno será la reciente trayectoria ascendente de la inflación y el deterioro de las expectativas inflacionarias, donde jugarán un papel relevante las presiones temporales que se generarán por el proceso de liberalización de los precios de las gasolinas.

Además consideraron que la incertidumbre generada por la nueva administración en Estados Unidos y otros riesgos geopolíticos, muy probablemente tendrán como consecuencia una depreciación adicional del tipo de cambio y con ello, un ajuste de los precios relativos de bienes comerciables y no comerciables.

El grupo financiero destacó que las expectativas de inflación han sufrido un rápido deterioro desde la última reunión de política monetaria del 15 de diciembre, el cual, dijeron, podría continuar.