Diversos sectores siguen manifestándose en torno a la política emprendida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y las respuestas que hasta ahora ha dado el gobierno de Enrique Peña Nieto. Académicos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirmaron que las decisiones del magnate son una bomba de tiempo.

En el foro Negociando el futuro, que se realizó en el auditorio Pablo González Casanova de esa facultad, los catedráticos indicaron que es necesario diseñar una estrategia multidimensional, inteligente y audaz, que marque prioridades, para enfrentar al nuevo gobierno del vecino país. Sin embargo, las autoridades mexicanas aún no han propuesto ningún plan.

José Luis Valdés afirmó que México se encuentra en un parteaguas económico, en el que probablemente se modificará en forma importante el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y ya se debería estar trabajando en un plan B, como recurrir a instancias internacionales para detener las intenciones proteccionistas de Estados Unidos o bien plantearse la diversificación de mercados.

Criticó que el presidente Peña Nieto pide unidad nacional a una sociedad que ha sido golpeada por injusticias e inequidades, así como errores históricos de parte del Estado.

Mariana Aparicio, también de esa facultad, expuso que la tácita renuncia bilateral a los acuerdos comerciales, y la estrategia impositiva del nuevo mandatario estadunidense significarán a corto plazo un enfriamiento de las relaciones, por lo que se deben redefinir los intereses nacionales.

El profesor José Luis Orozco definió que la llegada de Trump al poder no es una sorpresa histórica, no viene de la nada, no surgió por un engaño al pueblo estadunidense; es, indiscutiblemente, un personaje norteamericano.

El Movimiento Social por la Tierra señaló que ante la intransigencia y constante agresión de Trump, México debe salir del TLCAN y generar una relación económica y política multilateral. El dirigente de esa organización, Francisco Chew Plasencia, indicó que ese acuerdo propició que en México haya sectores, como el agroalimentario, que han quedado en déficit, pues se importa 40 por ciento de los alimentos del mercado nacional, y que en buena medida son productos de empresas estadunideses, en condiciones de dumping no declarado frente a los campesinos mexicanos.

Federico Ovalle, secretario general de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, pidió al gobierno que de renegociarse el TLCAN se dejen fuera del acuerdo los granos básicos, como el maíz, frijol y oleaginosas. Además, se deberá fortalecer el mercado interno.

En el Senado, el coordinador de la bancada del PRD, Miguel Barbosa, comentó que el encuentro de legisladores federales con Peña Nieto, el pasado viernes, se convirtió en una reunión de apoyo al Ejecutivo, sin acordar una política de Estado.

En conferencia de prensa dio a conocer que le entregó al mandatario una propuesta para construir una política de Estado con siete ejes: migración y deportaciones; tratados y relaciones comerciales; seguridad y justicia fronteriza; defensa de los derechos humanos; diversificación de relaciones; relaciones con sectores estratégicos de estados y, por último, la cooperación internacional para la paz y la conservación de los recursos naturales.

La secretaria general del PRD, Beatriz Mojica, aseveró que Peña Nieto debe dar una amplia explicación de los acuerdos que pactó durante la conversación telefónica con su homólogo estadounidense, pues la migración y la construcción del muro no son temas de agenda privada.

El dirigente del PAN, Ricardo Anaya, señaló en dos mensajes en Twitter que al PRI no le corresponde hacer la convocatoria a la unidad nacional, sino que ésta debe surgir de la sociedad civil y todos debemos sumarnos.