“Colombia ya dio vuelta a la página del dominio del narco en muchos sentidos de la vida, pero hay medios de comunicación que insisten en manejar clichés que perjudican la imagen de mi país; igual, sobre la mujer colombiana pesa otro esquema, sobre que debe ser bella y tal y tal, pero ellas son, primero, personas; lo mismo de la música... no todo es Shakira o Carlos Vives”, expresó en entrevista Camilo Patiño, cantante y compositor del grupo La Toma, que se encuentra de visita en México para picar piedra y dar a conocer su trabajo, sobre todo su nuevo disco, titulado sugestivamente Trópico oscuro.

En dicho material incluyen un tema que podría definirlos ideológica y socialmente: Mujeres. Es rock con chévere. ¿A qué huele el trópico? A carne, a piel, a poros abiertos por la temperatura. Henry Miller doctoró sobre el trópico.

De visita en La Jornada, Camilo agregó que Mujeres es más que un sencillo: es una toma de postura respecto de una realidad.

Homenaje al vinil

De Trópico oscuro editaron un vinil, en homenaje, dijo, a ese formato, con los 10 temas compuestos ex profeso. A su vez, al ser de Medellín, buscan dar otra imagen de su ciudad, para ilustrar sobre su diversidad cultural, su gente y su alegría. Así, Trópico oscuro es un álbum concebido en 2014 por Camilo Patiño con la idea de plasmar cómo se viven las alegrías y las tristezas, cómo bailamos las desgracias y cómo la felicidad nos saca las lágrimas. Tienen más de una década de trabajo.

“Mujeres es una canción que reivindica la esencia de la mujer, en un medio que desde hace algunos años se encarga de hacer de las damas no más que un objeto; reflexionamos sobre cómo se trata al más majestuoso y generoso ser de la Tierra... ¡de una manera tan vulgar!... Antes la mujer era la alquimia misma de la música y el fundamento de cantores y juglares.”

Trópico oscuro recupera los ritmos de esa región, su riqueza. Los funden y se armonizan. Somos un mismo pueblo de Ciudad Juárez a La Patagonia. Hay algo que nos identifica mucho a los colombianos con los mexicanos: somos pueblos muy parecidos, sobre todo en la parte cultural. Hemos consumido mucho la música, el cine y la literatura. Con el público hemos hecho una concexión especial, pues el 20 de diciembre estuvimos acá, en el Palacio de los Deportes, tocando con el Panteón (Rococó). Fue nuestro primer concierto masivo y lo que sentimos fue amor a primera vista, mucha química con la gente de acá.

Con Mujeres, reiteró, buscan hablar de la mujer como se hacía antes: Era una fuente inagotable de inspiración para muchos compositores y músicos. Eso se ha desvirtuado y se ha cambiado ese romanticismo de canciones que hicieron que me enamorara alguna vez o que me ilusionara tanto. No sé si es por la industria y el mercantilismo que a la mujer se le ha subvalorado; se le ve como un objeto para vender algo más fácil. Se nos han ido olvidando las canciones bonitas... las serenatas. Reivindicamos lo que realmente significa la mujer latina: esa eterna contradicción. Nosotros no podemos ni siquiera parpadear. No entiendo, ni comparto, ese comportamiento contradictorio hacia las mujeres de quienes primero las golpean y luego las acarician. Es una contradicción. Es un problem social que lamentablemente se presenta mucho en el mundo. Nos sumamos todos a ese problema cuando nos adherimos a las patrañas de los vendedores de discos. Esto no ayuda al cambio social que exige la humanidad para darle a la mujer su espacio social, el que merece: social, familiar, profesional. Necesitamos ponernos más románticos y la música debe servir a esa reivindicación.

No todas las colombianas son reinas mundiales de la belleza, como tampoco lo son las venezolanas. “Es muy delicado hablar de la mujer colombiana sólo por su belleza, por ese cliché. Yo la veo, a la mujer colombiana, como muy echada para adelante. Las de esta generación son las que trabajaron y tuvieron más pelotas que los hombres. Prefiero hablar de esa mujer. Todas las mujeres son bellas. Esa idea que vende a la mujer colombiana como bella es la que nos brindan las narconovelas. Ahí se le habla a la mujer de una manera que tampoco debe ser. Ese es el fondo de esta canción”.

La Toma agarró su nombre de una región de Colombia y tocará en México en junio próximo.