Plan de recuperación fue acordado; no se impone a nadie ni obliga a nada
Productores de café tienen que aprender a vivir con la roya, indica la Sagarpa
Sábado 24 de diciembre de 2016, p. 15
Los productores de café tienen que aprender a convivir con la roya, para cuyo control se están aplicando transformaciones tecnológicas, se promueve la renovación de plantaciones, la instalación de viveros comunitarios para desarrollar plantas acordes al potencial productivo de las regiones y con un banco de germoplasma se garantiza la recuperación de las características originales de las variedades tradicionales, explicó Santiago Argüello, coordinador de Atención al Café de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
El plan integral de recuperación del café se definió conjuntamente con los productores; a nadie se le impone ni obliga a nada, lo que se está haciendo es facilitar la transferencia de tecnología con control de calidad
. Para recuperar la producción, que en el ciclo 2015-2016 tuvo una caída histórica al obtenerse sólo 2.3 millones de sacos, se están utilizando insumos agrícolas de bajo costo e impacto ambiental; los sintéticos que se importaban se están sustituyendo por fertilizantes orgánicos.
La meta es disminuir el costo de producción y mejorar la competitividad del sector, además se realizaron adecuaciones al programa de cobertura de precios para que los agricultores puedan tener ese beneficio en cualquier época del año y con ello lograr estabilidad en el precio. La Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca) reconoce el precio de cobertura para asignar los incentivos correspondientes.
Explicó que con la estrategia para recuperar la meta histórica de producción en tres años se plantea disminuir 30 por ciento los costos de producción en el ciclo 2016-2017, y obtener 700 mil sacos más de café. Es un avance considerable, pues desde 2015 se entregaron los insumos y los recursos a los productores de café orgánico y a los convencionales, y tomaron decisiones colegiadas con los cafeticultores.
Se entregaron 2 millones de plantas certificadas y fortalecieron los aspectos sanitarios; aún no estamos en la mejor forma, se avanza en las metas. El objetivo es que el país vuelva a estar en buena posición en 2018
.
Las renovaciones de plantas, agregó, se llevan a cabo con variedades más resistentes a la roya, pero también con plantas con las que es conocido el café mexicano; a los productores que quieren continuar con sus variedades tradicionales criollas se les entrega un paquete tecnológico nuevo acorde a las contingencias actuales.
El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) está garantizando que las plantas no significan un riesgo sanitario ni para las inversiones de los productores y que las variedades criollas tengan el vigor genético de hace 50 años y la misma calidad; ello terminó con el mercado negro que se había desarrollado con la venta de variedades de semilla.
Sagarpa tomó el control de la venta de semilla certificada y en el caso de los viveros se debe tener el del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria. En el caso de los viveros comunitarios, expuso, Sagarpa entrega la semilla certificada mediante el Inifap.
Para sembrar 200 millones de plantas se requieren 100 toneladas de semilla certificada de diferentes variedades; al iniciar el programa se encontraron 20 por ciento de ellas en el Inifap, otro 20 por ciento con proveedores nacionales y el resto se importó de Nicaragua y Costa Rica. En este año se logró que 90 por ciento de la semilla que será utilizada para el ciclo 2016-2017 sea proporcionada por viveros nacionales y el resto por Nicaragua; en un año se mitigó la dependencia, acotó.