La deportación a México del ex gobernador de Quintana Roo Mario Villanueva, quien ayer terminó de cumplir una pena de cárcel en Estados Unidos, podría tardar entre una y tres semanas, debido a que al salir de prisión será entregado primero a las autoridades migratorias de aquel país, quienes gestionarán su retorno.

Según fuentes judiciales consultadas por este diario, aún no hay información concreta sobre el día y la hora de la posible llegada de Villanueva Madrid, quien el viernes salió de la cárcel de Lexington, en el estado de Kentucky, tras haber cumplido una pena por lavado de dinero.

Mediante un comunicado, la Procuraduría General de la República se dijo atenta a la fecha de llegada del ex mandatario y enfatizó que Villanueva Madrid será puesto a disposición del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en cuanto salga del penal de Lexington.

Recordó que el ex gobernador –a quien se acusa de haber trabajado para Amado Carrillo Fuentes, el extinto líder del cártel de Juárez– tiene pendiente en México una condena de 22 años, siete meses y 11 días más de cárcel por lavado de dinero y delitos de fomento al narcotráfico.

Mientras, el hijo del ex gobernador, el diputado local Carlos Mario Villanueva Tenorio, informó a La Jornada que su padre abandonó la prisión de Lexington a las 14:04 hora local (13:04 de la ciudad de México) del viernes.

Dijo que aún no se ha podido comunicar con él porque primero estaba en los trámites de salida (del centro penitenciario) y después porque fue entregado a las autoridades migratorias de Estados Unidos para iniciar el proceso de deportación, que se llevaría tres semanas aproximadamente.

Villanueva Tenorio considera que, por su perfil, debe llegar a una cárcel de mediana seguridad y que, en caso de llegar a un penal federal, solicitará su traslado al Cereso de Chetumal o bien al Reclusorio Norte de la Ciudad de México.

Añadió que llegaría a México antes del 15 de enero, y seguramente sería reinternado en el Reclusorio Norte, porque de ahí fue extraditado, y dijo confiar en que la petición de indulto o arresto domiciliario lanzada en Internet mediante la plataforma change.org, que busca reunir firmas para un regreso más benigno del ex mandatario, le permita reunirse con su familia.

Recordó que la liberación del ex gobernador se dio por buen comportamiento y que pedirán prisión domiciliaria una vez que pise suelo mexicano debido a su mal estado de salud, porque ninguna cárcel en México tiene las condiciones para atender la salud de mi padre y existe el riesgo de que pierda la vida.

El artículo 55 del Código Penal Federal contempla prisión domiciliaria para los reos mayores de 70 años con enfermedades graves o terminales, y cuando la privación de libertad le impida recuperarse o tratar su dolencia, así como cuando sea notoriamente innecesario que esté en prisión, por senilidad o haber sufrido consecuencias graves en su persona.

Estados Unidos le acreditó nueve años que pasó en prisiones de México: seis años y 26 días en la de máxima seguridad de Almoloya, y tres en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.