En un recinto dedicado al despecho aguardan historias infinitas
Viernes 23 de diciembre de 2016, p. 7
Los Ángeles.
Dos implantes mamarios, la foto de los sesos de John F. Kennedy, un traje de porrista o los dibujos de un asesino en serie son piezas de algunos de los museos más extravagantes de Los Ángeles.
La oferta cultural en esta ciudad es inmensa e incluye desde los tradicionales museos con piezas de renombrados artistas hasta los muy populares de reproducciones de personajes en cera. Y en el medio están estas otras colecciones que a muchos espantan y a otros maravillan.
Está así el museo dedicado a las relaciones que se acabaron y el despecho; otro a los conejos, con un acervo
de más de 33 mil piezas relacionadas con este animal; uno dedicado sólo a la muerte... y hasta el terciopelo y el neón tienen un espacio único.
Las historias son infinitas y anónimas. Después del divorcio, colocó su vestido de novia en un frasco de pepinillos: no quería tirarlo, ni que otra lo usara o que se lo comieran las polillas. Hoy es considerado la Mona Lisa
del Museum of Broken Relationships.
Está el uniforme de porrista que otra mujer jamás llegó a usar porque su novio terminó con ella o los perfumes ya comenzados del esposo que murió de cáncer.
Con cada pieza, hay una historia. Como la de las dos prótesis mamarias exhibidas en una caja de cristal.
Ella se las puso para complacer a su pareja, a quien le gustaban los pechos grandes. Los cinco años que las tuvo su cuerpo siempre las rechazó y tuvo que someterse a varias cirugías, la última para quitárselos.
Mutilé mi cuerpo por un hombre que amaba, en ese tiempo lo amaba más
, según el relato.
El museo comenzó de manera itinerante justamente después de que los artistas Olinka Vistica y Drazen Grubisic terminaron y no sabían qué hacer con los objetos de aquel tiempo. En 2010 abrieron su primera sede en Zagreb y este año en Los Ángeles.
Los objetos no son necesariamente arte (...) pero los pones juntos
y representan una muy sofisticada pieza de arte conceptual
sobre lo que representa ser un humano buscando conexión
, explicó su directora, Alexis Hyde.
Muerte segura
La primera sala del Museum of Death está dedicada a famosos asesinos en serie, le sigue otra sobre historia funeraria y así va: suicidios colectivos, de artistas famosos como Kurt Cobain y personajes como Hitler, accidentes fatales de autos, casos como el de O.J. Simpson. Todo tiene que ver con muerte en este museo fundado en 1995.
Es una manera de apaciguar el miedo a la muerte; le va a pasar a todo el mundo. Mientras más te acerques a lo que te da miedo, menos te dará
, indicó su gerente, Ryan Lichten.
La muy completa colección incluye la cabeza de Henri Désiré Landru, quien murió en la guillotina en Versalles en 1922 tras el asesinato de 11 mujeres, aunque se estima que fueron centenas.