Los Ángeles

Poco antes del cumpleaños de Kirk Douglas, su nuera Catherine Zeta-Jones colgó en la red una fotografía familiar. El héroe de Espartaco aparece con el pelo canoso, sentado a la mesa, mientras sus nietos –Carys y Dylan– lo besan en la mejilla. Sus hijos, Soel y Michael, y la esposa de éste, Catherine, brillan ante la cámara. Agradecida por tantas cosas, escribió la actriz en Instagram, con motivo del Día de Acción de Gracias.

Kirk Douglas, quien el viernes cumplirá 100 años, ha frenado un poco el ritmo. Hace un lustro, él y su esposa Anne, de 97 años, ayudaban a repartir pavo el Día de Acción de Gracias entre las personas sin hogar en Los Ángeles. Ahora, en cambio, rara vez se deja ver en público. Cuando el Congreso Judío Mundial lo homenajeó a mediados de noviembre en Nueva York por su compromiso con la cultura judía, el premio lo recogió su hijo Michael, como regalo de cumpleaños anticipado.

Poco antes, el protagonista de Wall Street había contado en un programa de televisión británico que a su padre le iba absolutamente fenomenal, y que con la ayuda de su andadera, vuela. Según declaró, se siente súper orgulloso de su progenitor, quien se crió en el seno de una humilde familia de inmigrantes ruso-judíos y trabajó duro para reunir un patrimonio millonario que ahora dona con fines sociales. A sus casi 100 años, tiene en manos un nuevo libro basado en las cartas que escribió a su mujer, Anne.

Bloguero, escribe sobre Trump

A la hora de escribir, Kirk Douglas no se muerde la lengua. En su blog en The Huffington Post, este liberal actor –de característico hoyuelo en la barbilla– advirtió a mediados de septiembre sobre las consecuencias que tendría para su país una eventual victoria de Donald Trump. Citaba uno de los discursos de campaña del entonces candidato republicano contra la población inmigrante.

Estos no son los valores estadunidenses que luchamos por proteger durante la Segunda Guerra Mundial, aseguró Douglas. Según la estrella de Hollywood, jamás había sentido tanto pánico ante un candidato a la Casa Blanca. Él mismo tenía 16 años cuando en la Alemania de 1933 llegó al poder un hombre al que antes nadie había mencionado. Lo consideraron un payaso que jamás podría engañar a un pueblo culto y civilizado con sus discursos nacionalistas y llenos de odio, añadió.

Douglas sostenía que siempre se había sentido orgulloso de ser estadunidense y, en el tiempo que aún le queda por vivir, rezará para que esto no cambie.

Como apuntaba su hijo, los comienzos del veterano actor no fueron fáciles. Nacido Issur Danielovich Demsky, se crió junto a seis hermanas en un barrio humilde de la ciudad industrial de Ámsterdam, en Nueva York. Empezó con trabajos de portero y luchador en mercados, con los que financiaba sus estudios para poder entrar lo antes posible a una academia de interpretación.

Tras la guerra, tuvo suerte. Su ex compañera de clase Lauren Bacall, quien ya había conseguido pequeños papeles para Douglas en Broadway, lo recomendó en Hollywood, y así debutó en la piel del marido alcohólico de Barbara Stanwyck, en 1946, con El extraño amor de Martha Ivers. Fue tan convincente que pronto siguieron nuevos papeles protagonistas, como en El zoo de cristal o Camino de la horca.