Seúl.

Más de 140 mil personas se manifestaron este sábado en Seúl para exigir la renuncia de la presidenta Park Geun-hye, involucrada en un escándalo de tráfico de influencias.

¡Fuera Park!, gritaban los inconformes, quienes se dirigían hacia la Casa Azul, sede de la presidencia, protegida por miles de policías.

Unas 350 mil personas participaron en la movilización, afirmaron los organizadores, quienes esperaban reunir a un millón.

Por su parte, la policía dio cuenta de 140 mil manifestantes.

Medio millón de personas de-bían protestar en otras ciudades del país, indicaron los organizadores.

Es el quinto fin de semana consecutivo en que los sudcoreanos se manifiestan contra la mandataria.

Cada fin de semana aumenta el número de personas en las movilizaciones, las más importantes que haya tenido Corea del Sur desde las protestas pro democracia de los años 80.

No pienso que Park renuncie voluntariamente y debemos hacer oír nuestra voz lo más fuerte posible para alentar al Parlamento a que la destituya, declaró a la Afp Lee Seung-cheol, estudiante de 23 años.

Un sondeo publicado esta semana indicaba que nueve de cada 10 sudcoreanos quieren que la mandataria dimita.

Vine porque quería mostrarle a mis hijos que este país pertenece al pueblo y no a los que tienen el poder, dijo a la Afp Shim Kyu-il, de 47 años.

Queremos la renuncia de Park, pues arruinó el país, afirmó Yank Duk-jon, de 53 años, quien participó en la manifestación con otros agricultores de la sureña ciudad de Muan (sur).

Park se disculpó por el escándalo alrededor de su asesora en la sombra Choi Soon-sil, acusada de haber utilizado su amistad con la presidenta para extorsionar a grandes empresas y tomar decisiones en asuntos de Estado sin ocupar ningún cargo oficial.

Park afirmó en un primer momento que estaba dispuesta a declarar ante la justicia, pero su abogado aclaró que sólo responderá a un equipo de investigadores independientes, que debe ser nombrado en los días próximos.

El mandato de Park terminará en febrero de 2018.

La semana próxima el Parlamento, en el cual la oposición y los independientes disponen de una mayoría de 171 diputados, podría organizar una votación sobre la destitución de la gobernante.