Incertidumbre
a elección de gobernador sigue impugnada, y a unos meses de que se cumpla el plazo para el cambio de administración, hay pocas certezas. Hasta hace unos días el triunfo del panista Martín Orozco en las urnas parecía incuestionable; hoy está en duda, a partir de que en La Jornada Aguascalientes se publicó información que puso en evidencia la existencia de varias casillas zapato. El Instituto Estatal Electoral reconoció que hubo errores involuntarios
y que sólo en un distrito 2 mil 800 votos no fueron sumados a las actas de cómputo. Estos sufragios beneficiarían a Lorena Martínez, candidata de la coalición priísta.
El consejo general del Instituto Estatal Electoral dice con resignación que 2 mil 800 votos no cambian nada
. No sólo tiene en ascuas a la población de Aguascalientes, sino al propio gobernador, que no sabe a quién va a entregar la administración. Además, el mismo consejero presidente dice que no hubo dolo en el error, pero que este hecho refrenda su compromiso de brindar certeza y legalidad
al proceso electoral hasta su conclusión.
En La Jornada Aguascalientes también se denunció la aparición de boletas en blanco y la respuesta de la autoridad electoral estatal fue la misma: minimizar los hechos, sacudirse la culpa. Por si fuera poco, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación acusó a la sala administrativa y al Tribunal Electoral local de hacer mal su trabajo y revocó sus sentencias.
A la vista hay un proceso cuyas irregularidades se han estado revelando a cuentagotas, a destiempo; los partidos implicados y la autoridad actúan con indolencia; se esconden en comunicados de prensa o declaraciones mediáticas, mientras el tiempo corre y nadie tiene ya certeza alguna.
Twitter: @jornadags