Vinte y la crisis de la vivienda
a colocación en bolsa de la desarrolladora Vinte, de Sergio Leal, dejó mal sabor de boca en el mercado este fin de semana y es reflejo de la mala situación que ha padecido el sector vivienda a lo largo del sexenio.
De 2 mil 100 millones de pesos que Vinte pensaba colocar, apenas obtuvo mil 220 millones; de un precio por acción esperado de 27.50 a 29 pesos tuvo que colocar a 26.32 pesos; además, en el extranjero las acciones no despertaron interés y en México se quedaron entre inversionistas institucionales, lo que limita la formación de mercado.
¿Por qué esta colocación no fue exitosa? La razón de fondo es la poca confianza que hay en el sector, debido a la deuda desbocada del sector público y al cambio de reglas que impusieron Luis Videgaray, como secretario de Hacienda, y Jorge Carlos Ramírez Marín, como secretario de la Sedatu, al principio del sexenio.
En los periodos de transición gubernamental, para dar continuidad a los proyectos, es de sentido común que la nueva administración mantenga los flujos de recursos en las obras que están en marcha. Sin embargo, el gobierno de Peña Nieto frenó de tajo el financiamiento porque quería empezar desde cero en la planeación territorial.
Luis Videgaray y Ramírez Marín idearon un nuevo programa territorial para las principales ciudades del país y, mientras tanto, pararon el flujo de recursos para los desarrollos de vivienda que, en ocasiones se encontraban a 80 por ciento de avance.
Además, muchas de las reservas territoriales
de las empresas las dejaron fuera de los programas de urbanización, con lo que perdieron valor.
El resultado de lo anterior fue el cierre del crédito a las desarrolladoras, la falta de pago a sus proveedores, la presencia de desarrollos inconclusos por todo el país, el despido de cientos de miles de trabajadores de la construcción y de industrias conexas, y la quiebra en cascada de las desarrolladoras, entre las que se encontraron las tres más grandes: Urbi, Homex y Geo.
En consecuencia, en los pasados cuatro años se generó una gran destrucción de riqueza y de empleos en el sector que, hasta la fecha, no se ha logrado recuperar. Esta realidad se expresa claramente en la colocación en bolsa de Vinte la semana pasada.