Brasilia.

El izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil cayó al décimo lugar en las preferencias electorales, luego de que en la primera vuelta en las elecciones municipales celebradas este domingo el partido del ex presidente Luiz Inazio Lula da Silva (2003-2010) y la destituida Dilma Rousseff (2011-2016) cosechó 256 alcaldías, contra las 630 de cuatro años atrás, un retroceso de 59.4 por ciento, informó el Tribunal Superior Electoral (TSE).

En Sao Paulo, capital financiera de este país sudamericano, el alcalde Fernando Haddad, del PT, perdió la relección a manos del empresario y ex presentador de televisión Joao Doria, candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), fracción que apoyó el impeachment (juicio político) que destituyó de la presidencia a Rousseff, el 31 de agosto pasado, y forma parte de la alianza política que gobierna actualmente con Michel Temer, a quien la ex goberante acusa de golpista.

Esta derrota de la izquierda mayoritaria abre camino a la derecha con miras a las elecciones presidenciales en 2018. Los escándalos de corrupción descubiertos en la paraestatal Petrobras castigaron a los partidos políticos involucrados, siendo el PT el más afectado en las preferencias de la pasada jornada electoral, que luego de gobernar durante 12 años y tan sólo a 33 días de la destitución de Rousseff atraviesa el peor momento de su historia política, iniciada a comienzos de la década de los 80 del siglo pasado.

De ser la tercera fuerza política con mayor número de alcaldías ganadas en los comicios de 2012, el PT obtuvo esta vez sólo una capital en la primera vuelta electoral, Río Branco, en el estado amazónico de Acre, al oeste, y se fue a segunda vuelta en Recife, capital de Pernambuco, en el noreste.

Según datos emitidos por el TSE este lunes, la lista de partidos que consiguieron mayor número de alcaldías está encabezada por el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

En tanto, los mandatarios de Argentina, Mauricio Macri, y de Brasil, Michel Temer, ambos de corte conservador, se reunieron en Buenos Aires, donde abordaron el caso de Venezuela dentro del Mercado Común del Sur. Horas antes de la llegada de Temer, un grupo de manifestantes de izquierda protestaron frente a la embajada de Brasil con carteles en que se leía: Temer golpista.