En vísperas de que el Senado inicie una serie de foros sobre la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto para que las capitanías de puerto pasen de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a la de Marina (Semar), tres incidentes recientes han evidenciado las debilidades del actual sistema.

Las capitanías de puerto de San José del Cabo, Baja California Sur; Valle de Bravo, estado de México, y Veracruz fueron señaladas por posibles actos irregulares y su presunta vinculación con la muerte de cinco pescadores, el hundimiento de una lancha y (el caso más reciente) la falta de auxilio oportuno al buque Burgos de Pemex, que se incendió el sábado frente al puerto veracruzano, respectivamente.

Las autoridades federales iniciaron una indagatoria para determinar si la capitanía de puerto de Veracruz cumplió su responsabilidad de supervisar si la embarcación arrendada por Pemex cumplía las condiciones de seguridad que exige una nave de esa clase, máxime cuando transportaba más de 170 mil litros de combustible.

Y es que, según confiaron fuentes oficiales, actualmente las capitanías de puerto sólo revisan 3 por ciento de los barcos, debido a la falta de personal y de condiciones materiales para cumplir sus obligaciones. Por esta razón, indicaron, la iniciativa presidencial busca que la Semar se haga cargo de la administración de las capitanías de puertos del país a fin de que cuenten con los recursos humanos y materiales suficientes para garantizar la seguridad de los embarcaciones de carga, pesqueras y de recreo.

En este contexto, los funcionarios señalaron que tanto la capitanía de puerto como la SCT deben hacer públicos los certificados de supervisión de la nave siniestrada, para demostrar que ésta reunía las condiciones de seguridad de ley.

Trascendió que la tripulación abandonó el buque Burgos luego de que no funcionó ninguno de los tres sistemas de seguridad contra incendio con que cuenta la nave (construida en 2010). La tripulación tampoco pudo bajar los botes salvavidas, entre otras irregularidades.

Por otra parte, en cuanto al camaronero Mariano Pérez X, organizaciones defensoras de derechos humanos investigan la versión de que la capitanía de San José del Cabo no le permitió ingresar al puerto para refugiarse durante el paso del huracán Newton –hace unos días– y, debido a ello, tuvo que buscar otro sitio para guarecerse. Sin embargo, la embarcación se hundió en altamar y sus cinco tripulantes murieron ahogados.

El pasado 18 de septiembre, la embarcación en que viajaban varios jóvenes se hundió en la presa de Valle de Bravo, presuntamente porque iban más pasajeros de los permitidos.

La autoridad federal investiga si la capitanía de puerto incurrió en posible negligencia por no revisar que la nave cumpliera las condiciones de seguridad exigidas.

En los próximos días se iniciarán en el Senado las audiencias públicas para revisar la iniciativa presidencial para que las capitanías de puerto pasen a depender administrativamente de la Semar. La propuesta sostiene que se busca garantizar la seguridad de la actividad portuaria a escala nacional.