Después de seis años de traiciones y decepciones, los trabajadores y jubilados de Mexicana de Aviación siguen luchando por recuperar lo que por derecho les pertenece y han iniciado una nueva batalla por el pago de sus liquidaciones y pensiones con los 2 mil 700 slots de la empresa, utilizados actualmente por Volaris, Interjet, Viva Aerobús, Aeroméxico y aerolíneas extranjeras.

Así lo informó Vicente González Ortega, secretario general de la Asociación de Jubilados, Trabajadores y ex Trabajadodres de la Aviación Mexicana (Ajteam), quien explica que los 2 mil 700 slots (horarios de despegue y aterrizaje) representan 108 mil millones de pesos, ya que cada uno tiene un valor de 40 millones de pesos.

“Mexicana de Aviación tiene varios activos que son intangibles, como los slots que pertenecen a la concesión de la aerolínea y que están explotando estas empresas. Estamos pugnando por que quienes utilizan actualmente esos slots –que pertenecen por ende a los trabajadores y jubilados de Mexicana–, sean obligados por el gobierno de Enrique Peña Niego a pagar el daño y a liquidar a los compañeros de tierra, de confianza, pilotos, y (otorgar) a los jubilados sus pensiones”, dice en entrevista con La Jornada.

Al cumplirse seis años de la entrada de Mexicana de Aviación en concurso mercantil y dos años de que fue declarada en quiebra, los 8 mil 500 trabajadores siguen pugnando por la venta de los bienes de la aerolínea para conseguir el pago de sus liquidaciones y pensiones.

Alrededor de 700 jubilados ahorraron durante varias décadas su fondo de pensiones, pero la empresa lo desapareció. Hace 11 años el empresario Gastón Azcárraga, del Grupo Posadas, adquirió la empresa por 165 millones de dólares, pero en 2010 suspendió operaciones.

Cuando el dinero falta...

“Se han perdido familias, porque cuando el dinero falta, hay muchos problemas. Los trabajadores han perdido casas; ha habido divorcios, enfermedades, suicidios... Llevamos 20 fallecidos… No es justo que una empresa que trabajaba bien y producía mucho dinero, por intereses de Azcárraga, Felipe Calderón y Javier Lozano, haya acabado de un plumazo con tantos trabajadores y tantas familias. No se vale. Es como si viviéramos en el siglo XVIII. Ellos se encargaron de depredar a la empresa.”

González Ortega, sobrecargo jubilado, explica que en estos seis años varias personas han intentado beneficiarse y los han traicionado, incluso su propio abogado, Juan Iván Peña Neder –quien estuvo preso más de dos años por violación tumultuaria–, y su pareja, Lizette Clavel, quien era secretaria general de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA).

“Ellos hicieron una mancuerna con Javier Lozano, que era secretario del Trabajo, actual senador; nos estuvieron manteniendo con la idea de que no debíamos demandar, y luego nos dimos cuenta de que los tres participaron en todo el fraude contra Mexicana de Aviación, para quebrarla. ¿Y cuál fue el pago para Lizette Clavel? Ser la suplente de la senadora Luisa María Cocoa Calderón, la hermana de Felipe Calderón.

Lo mismo pasó con el líder de los pilotos aviadores, Fernando Perfecto, quien nos traicionó y su premio fue darle la dirección del nuevo grupo aeronáutico. Y a Javier Lozano le dieron la senaduría. El caso Mexicana de Aviación es sucio por todos lados, es una verdadera cochinada lo que pasó.

Aseguró que Peña Neder, Clavel y su amigo Roberto Gil Zuarth, senador panista, pretenden quedarse con los slots: “No sólo son los 108 mil millones de pesos que valen los slots, sino lo que producen. Mexicana tiene el horario de las siete de la mañana de la Ciudad de México a Los Ángeles y a otros destinos. Son los vuelos de la mañana que son explotados por Volaris, Interjet y Aeroméxico, principalmente. Esos espacios son con los que se quieren quedar Juan Iván Peña Neder, Lizette Clavel y su amigo Roberto Gil Zuarth”.

Afirma que en el más reciente proceso que le siguen a la empresa, Mexicana de Aviación fue sentenciada: “Nos tiene que pagar las jubilaciones caídas. Ellos se ampararon, pero deben liquidar 36 jubilaciones atrasadas más la continuidad de las pensiones, que son 19 meses; estamos hablando de cuatro años de pensiones atrasadas. Mexicana argumenta que no tiene dinero porque todo se lo han robado, entonces estamos viendo la forma de que quienes están utilizando esos slots nos paguen a los jubilados la cantidad que nos deben por la sentencia”.

Un calvario

González Ortega lamenta que los derechos laborales en México no signifiquen nada para el gobierno: “Sabíamos que Peña Neder era una fichita por sus antecedentes, aunque decidimos contratarlo porque todo ex preso tiene derecho a una reivindicación, pero ese señor es peor de lo que se le acusa. Quería negociar los slots para su beneficio. La Junta Federal (de Conciliación y Arbitraje) nos consiguió un embargo precautorio por 451 millones de pesos y Peña Neder no solicitó la ejecución del mismo. El colmo fue cuando acudimos a ejecutar el embargo y no se presentó. Nos dejó en el desamparo. Entonces lo revocamos y luego nos amenazó con embargarnos las pensiones. Le demostramos que no podía hacer eso y después nos amenazó con embargar nuestros bienes. Nos traicionó desde el principio.

Peña Neder sigue buscando sus intereses personales conjuntamente con su pareja, Lizette Clavel. Nosotros hemos repartido 380 millones de pesos con los acuerdos y este tipejo, que ganó una demanda por un pago de cuatro meses, se quiere colgar de la bandera de todos los logros de los jubilados. Él no ha hecho absolutamente nada, sólo nos quiere robar.

Liquidación humillante

Comenta que hay trabajadores con 38 años en la empresa a quienes quieren liquidar con mil 200 Udis, un equivalente a 7 mil pesos: Eso es una mentada para cualquier ser humano; es humillante para cualquier trabajador.

Durante todos estos años, dice, no se les ha permitido el acceso a la justicia: “Ha sido un suplicio, una especie de vía crucis para los trabajadores, que lo único que hicimos fue confiar en las instituciones y nos han golpeado hasta donde han querido.

Felipe Calderón nos prometió justicia, y lo único que hizo fue traicionarnos. Parece ser que él y su esposa Margarita Zavala tienen intereses en Aeroméxico. Se encargó de que se quedara un avión para la Presidencia y es muy sabido que la comisión que se obtiene por la compra de un avión es altísima. ¿Cómo es posible que Felipe Calderón se preocupara por dejarle un avión a Enrique Peña Nieto, cuando ni siquiera es de su partido?